La carga animal

La ganadería del NEA tiene en un 95% o más como base forrajera al pastizal natural. La productividad primaria y secundaria de este recurso natural que actúa como pilar de la producción es sensible a los factores ambientales (temperatura, precipitaciones, radiación, tipo de suelo, etc.) y antrópicos, siendo la explotación ganadera, un componente de este último.

Una de las principales variables dentro de la explotación ganadera que afecta directamente la productividad y tendencia de nuestros pastizales es la carga animal (Nº de animales/Unidad de superficie). Esta variable, ampliamente estudiada, actúa como factor de stress en la productividad primaria (incrementando o reduciendo la producción en Kg. MS/Ha.) y de tendencia en la riqueza de la composición florística del pastizal. Ante situaciones de alta carga animal y sin un sistema de manejo del pastoreo, la degradación en términos de productividad y riqueza del pastizal es inevitable, sin embargo, un pastizal con una carga animal adecuada y un sistema de pastoreo, es capaz de conservar e inclusive incrementar su condición ganadera.

Los departamentos Formosa (619.000 Has) y Laishi (348.000 Has) comprenden el área de influencia de la AER Formosa del INTA. En ellos, la ganadería es una actividad importante dentro del sector agropecuario, por esta razón determinar la carga animal representa información valiosa que determina la presión de pastoreo con la cual están produciendo nuestros pastizales. Para poder determinar la carga animal se llevó a cabo una clasificación no supervisada de ambientes de imágenes satelitales de distintos sensores (Landsat 5 TM y MODIS) para ambos departamentos en forma individual. Se determinaron 6 clases de ambientes para cada departamento y se cuantifico la superficie de los mismos (Cuadro 1). Estos resultados junto con la información de stock por categoría del rodeo vacuno en estos departamentos provenientes de los registros de vacunación del SENASA para el año 2009 (Cuadro 2) permitieron calcular la carga animal global en equivalente vaca por hectárea (EV/Ha).

Si ponderamos en el análisis de estos datos, que el vacuno no pastorea de manera uniforme sobre toda la superficie de un potrero y que a su vez la intensidad del pastoreo varía según el ambiente (la utilización del monte es mucho menor que la del pastizal o la del pastizal bajo, como así también el vacuno no pastorea en aguas profundas) entonces estamos en condiciones de poder estimar dos tipos de carga animal (Cuadro 3); la carga animal global, la cual hace referencia al cociente entre el número de EV en un departamento y la superficie total de ese departamento; y la carga animal efectiva, la cual hace referencia al cociente entre el número de EV de un departamento y la superficie aprovechable por el rodeo en ese departamento.

Como puede observarse, los valores de carga animal son muy diferentes cuando se tiene en cuenta la heterogeneidad del paisaje, la capacidad productiva del mismo y el comportamiento ingestivo (selección y preferencia) del rodeo, por ello las generalizaciones, si bien tienden a ser un indicador muy utilizado no deben ser tomadas en cuenta como fuente de información en el proceso de toma de decisión dentro de las pautas de manejo del rodeo. Un productor que tome decisiones de suplementación, distribución, superficie de potreros y utilización considerando la carga global, puede estar sobreestimando las capacidades reales de producción de su establecimiento. En función a los datos expuestos, podemos concluir que la carga animal efectiva con la cual nuestros pastizales se encuentran comprometidos, se asemeja a la carga animal de la región de la Pampa húmeda, aun cuando el flujo de energía suplementada (alimento balanceado, pasturas, forrajes conservados, etc.) sea mucho menor en nuestra región. Esto nos debe despertar ante la necesidad de conservar y manejar de manera sostenible este preciado recurso para nuestra región.

 

Fuente: INTA por Federico Waldemar Miranda

 

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