En campos de productores de diferentes localidades del área de influencia de INTA Bordenave, se está llevando adelante una red de experimentos de fertilización nitrogenada de trigo. Se busca determinar las dosis de N que mejor respuesta presentan a lo largo de los años y estudiar su relación con indicadores de fertilidad de suelo para mejorar la eficiencia del diagnóstico. El trabajo no sólo apunta a lograr incrementos de rendimiento sino también mantener los niveles de calidad comercial del grano.
La actividad, que parte del manejo habitual de cada establecimiento excepto la fertilización, es impulsada desde INTA Bordenave por profesionales del Sector Manejo y Conservación de Suelos y resulta de interés para profesionales y productores de la región sudoeste de la provincia de Buenos Aires. Y esto se pone de manifiesto en la concurrencia a las distintas reuniones en las que se presentan los resultados de cada campaña. “En un ambiente con alta variabilidad climática en el que la fertilización química implica un riesgo económico, contar con información local representa una mejora en la toma de decisiones. Y también contribuye a preservar el recurso suelo al disminuir el riesgo de degradación química, y el medioambiente al evitar posibles excesos en los niveles de nitrógeno aplicados”, destaca el Ing. Hugo Krüger, referente del Sector de INTA Bordenave.
Respecto de los experimentos en sí, el Dr. Krüger afirma que se prueban distintos balances de nitrógeno en forma sólida al inicio del cultivo (macollaje), considerando el disponible en el suelo y el aplicado como fertilizante. “En floración se analiza el efecto de la fertilización foliar con el objetivo de mantener el estándar de calidad. Se realizan muestreos y análisis de parámetros de fertilidad de suelo, como así también evaluaciones del cultivo en distintas etapas del ciclo. Al momento de la cosecha se determina el rendimiento en grano y su contenido de proteína”, sostiene el profesional.
La selección de lotes, el diseño de los experimentos y el análisis de la información, es responsabilidad de los profesionales del Sector Manejo y Conservación de Suelos de la Estación Experimental Agropecuaria Bordenave. Pero es importante destacar que el trabajo también resulta de una articulación público/privada, ya que las distintas tareas de campo se realizan con el apoyo de miembros de las Agencias de Extensión de INTA Bordenave y de profesionales de la actividad privada. “También hay que destacar que la empresa Bunge colaboró en todas las campañas con fertilizantes líquidos. Y durante 2018, mediante un convenio firmado oportunamente entre la Experimental y la empresa Profertil SA, ésta última aportó fertilizantes y financió parte de la logística”, afirma el ingeniero Krüger.
Respecto de los antecedentes del tema de trabajo, Hugo Krüger menciona que se realizaron experimentos durante las campañas 2016, 2017 y 2018 en las localidades de Carhué, Pigüé, Goyena, Tornquist, Bordenave, San Germán y Guatraché. Y que actualmente se está finalizando el informe correspondiente a la última campaña, con lo cual se espera poder resumir en breve los resultados de tres años de trabajo.
“Esperamos poder continuar con esta actividad durante los próximos años, a fin de sumar resultados correspondientes a campañas con distintas condiciones ambientales. Esto último es fundamental desde el punto de vista de la investigación agrícola en regiones semiáridas”, concluye el Dr. Krüger.
Fuente: INTA por Fernando Omar Cardarelli, Hugo Ricardo Kruger
