La cosecha del cultivo del maíz como grano seco, puede tener inconvenientes desde el punto de vista climático en la zona del sudeste de la provincia de Buenos Aires. Ahora, si se piensa en alimentación animal para este producto, puede tener ventajas. Desde INTA Balcarce se presentan las opciones para aprovechar el maíz al máximo.
La cosecha de maíz, como grano seco, tiene sus inconvenientes en el sudeste de la provincia de Buenos Aires.
“La falta de condiciones climáticas adecuadas durante el otoño conspiran para obtener secado natural” comentó Gustavo Depetris, investigador del INTA Balcarce, y continuó, “es por esto que la cosecha se atrasa, y el cultivo continua en pie todo el otoño y el invierno”.
El profesional explicó que este aspecto hace que el cultivo sea levantado en agosto o septiembre, a veces con una humedad de cosecha que no es la conveniente. El grano no alcanzará el rango de humedad de recibo, entre el 14% y el 16%, sino que superará el 20%. El investigador enfatiza que con esta humedad, el maíz es muy difícil de conservar.
“Teniendo en cuenta esta información, podemos pensar en utilizar el cultivo de maíz en alimentación animal, tanto de bovino para carne como para leche”, dijo Depetris, y agregó, “dentro de las alternativas que tenemos para transformar el maíz en un material apto para su aprovechamiento es: corta picarlo y ensilarlo como planta entera, cosecharlo como grano húmedo o dejarlo y cosecharlo como grano seco”.
El investigador manifestó que la utilización de silaje de maíz permite, no sólo cosechar un mayor volumen de forraje, sino también agregar fibra a la ración de los animales. Agregó que el momento de picar la planta es cuando alcanza entre un 34% a un 40% de materia seca.
ambién comentó que este rango puede variar dependiendo del híbrido y de las condiciones ambientales. Por otra parte, explicó que hay ciertas prácticas necesarias como la utilización del “cracker” para procesar el grano y mejorar la digestibilidad. Este método se hace más importante cuando el grano está más seco y duro.
“Otra opción para utilizar el maíz en la alimentación animal sería cosecharlo como grano húmedo”, aseveró Depetris, y comentó, “cuando el grano ya llegó a 35% de humedad, ya no hay más depósito de almidón y, a partir de este momento, empieza a perder humedad.Entre el 25% y el 35% de humedad se podrá cosecharlo como grano húmedo y ensilarlo”.
El profesional puntualizó que las ventajas, respecto de cosechar al maíz como grano seco, es la mayor digestibilidad ruminal, con lo cual aporta más energía al animal. Por otra parte, explicó, que, con este sistema, el potrero se libera rápidamente para poder ser utilizado en la siembra de los cultivos de invierno.
Sin embargo el investigador aclara que “hay desventajas que debemos que tener en cuenta como su conservación. Hay que tener más cuidado porque algunas condiciones, como la rotura de la bolsa puede hacer que el material fermente, con la consiguiente pérdida”, y continuó, “también, a causa de su mayor digestibilidad a nivel ruminal, hay que tener mucho más cuidado en el suministro. Hay más posibilidad de tener problemas de acidosis, cuando la incorporación en la dieta es en alta proporción”.
Para finalizar Depetris dijo “con respecto a la utilización del grano seco en la dieta de los animales, las recomendaciones que siempre se dan es tratar de partirlo. De hacer algún tipo de procesado, molido o partido, para mejorar la disponibilidad y hacerlo más digestible”, y finalizó, “lógicamente, esto va a depender de la proporción que estemos dando en la dieta y, también, del tipo de sistema”.
Fuente: INTA