Roya amarilla: una amenaza para la producción nacional de trigo

A partir del año 2015, comenzaron a aparecer en nuestro país nuevas razas de roya amarilla provenientes de Europa, que trajeron grandes inconvenientes en el manejo sanitario del cultivo de trigo. Esto se tradujo en pérdidas importantes de rendimiento, que en algunos casos de cultivares susceptibles llegaron al 50%. Es por ello que desde INTA Bordenave, se está trabajando en la caracterización racial de la población de roya amarilla en nuestro país, con la idea de identificar las razas de este patógeno que afectan en forma preocupante a la producción nacional de trigo.

A partir de la aparición de nuevas razas del patógeno conocido como “roya amarilla” (Puccinia striiformis f. sp. tritici), comenzaron una serie de complicaciones en el manejo sanitario del cultivo que como se dijo, en algunos casos implicó pérdidas de rendimiento y hasta tres (3) aplicaciones de fungicida para controlarla. Es por ello que a partir de la primera identificación de estas razas introducidas, se comenzó con el trabajo desde el Laboratorio de Royas de INTA Bordenave (https://inta.gob.ar/sites/default/files/roya_amarilla_en_trigo.pdf).

El Ing. Pablo Campos, responsable del Sector de Fitopatología de INTA Bordenave, al respecto destaca: “El Laboratorio de Royas de INTA Bordenave, a través del personal profesional y técnico, realiza la caracterización anual de la población de los patógenos de roya de la hoja y del tallo de trigo como tarea de rutina. Este trabajo implica viajes de prospección (toma de muestras y evaluación de la RET de trigo en diferentes ambientes de la región triguera)”

Estos estudios destinados a la identificación racial, en el pasado no se realizaban en Argentina debido a la baja importancia relativa que ha tenido esta enfermedad. Sin embargo, en el último año se llegaron a identificar numerosas razas con diferentes combinaciones de virulencia sobre los cultivares de trigo difundidos.

“Haber identificado las razas nos permitió identificar la eficiencia de los genes de resistencia disponibles, así como la eficiencia de la combinación de genes de resistencia y conocer el comportamiento de cada cultivar a cada raza identificada. Esta información estuvo disponible por primera vez al alcance de mejoradores de los diferentes programas de mejoramiento públicos y privados. Además, permitió la evaluación de líneas avanzadas de diferentes programas con la idea de liberar cultivares resistentes a esta enfermedad”, amplía el Ing. Pablo Campos, de INTA Bordenave. La información también permite conocer el comportamiento de los cultivares sembrados a esta enfermedad, información más que necesaria en la toma de decisiones de productores y asesores. Sin embargo, los beneficios de este trabajo no se limitan a ellos, sino que se amplía también a otros actores en la cadena del cultivo de trigo, como por ejemplo los programas de mejoramiento de trigo, que utilizan la información y las evaluaciones para generar cultivares resistentes.

Para concluir, el Ing. Campos resalta que dada la importancia de la enfermedad en nuestro país “la actividad de identificación racial se incorporará a las actividades de rutina del laboratorio ante la aparición de nuevas razas o variantes del patógeno generadas a partir de las razas introducidas”

 

Fuente: INTA

 

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