La intensificación agrícola que se dio durante los últimos años implicó cambios en los sistemas productivos regionales, resultado de la interacción de las actividades productivas con el agroecosistema. Una temática que preocupa en la región, es el crecimiento poblacional de biotipos de malezas resistentes a herbicidas y la dificultad creciente para controlarlos.
Dentro del género Amaranthus, hay dos especies, A. palmieri y A. hybridus, conocidos vulgarmente como yuyo colorado. Particularmente A. hybridus, avanzó muy rápido en los lotes y de manera generalizada en la región. Así se observa que lotes con rotación agrícola tienen, año tras año, mayor presencia. El manejo de estas especies implica una atención importante habida cuenta de la capacidad de crecimiento y competencia que presenta la maleza.
Es importante aclarar que el manejo de las adversidades bióticas requiere de un enfoque sistémico y la toma de decisiones debe estar basada en el marco de la sustentabilidad del medio ambiente. Podría considerarse que toda acción a tomar, debería considerar el objetivo de reducir el banco de semillas de estas malezas y considerar la inclusión de métodos de manejo cultural, de manera integrada.
Entre las alternativas tecnológicas disponibles para minimizar el impacto negativo de la maleza es posible mencionar el uso de una rotación adecuada, que incluya cultivos de cobertura e invernales (trigo y cebada), con el fin de ocupar el lote durante la primavera, momento en el cual se dan los nacimientos de las primeras camadas de yuyo colorado. Asimismo, al implantar los cultivos de verano (soja y/o maíz), se debe tener en cuenta la habilidad competitiva de la variedad o híbrido utilizado, la fecha de siembra, la densidad, el distanciamiento entre hileras, entre otras medidas, para lograr una correcta estructura de cultivo y que éste sea el principal componente supresor de la maleza.
El control químico es una alternativa que se suma al manejo del yuyo colorado, para lo que habrá que considerarel uso de herbicidas con diferentes mecanismos de acción, el tamaño de la maleza, el momento y la calidad de la aplicación, a los efectos de alcanzar un control adecuado. La combinación de diferentes mecanismos de acción es requerida para evitar aumentar el problema de resistencia y prolongar la vida útil de los ingredientes activos disponibles. Dado que en precosecha se puede observar la presencia de yuyo colorado en los lotes y teniendo en cuenta lo acontecido durante la presente campaña, éste es un momento adecuado para planificar el control de la maleza de cara al periodo de barbecho. De este modo, podrá tenerse ya una idea de la problemática para el cultivo siguiente, favoreciendo un control eficiente. Ello evitará recurrir a tratamientos de “rescate” con herbicidas de postemergencia, de menor eficiencia de control y que requieren un mayor costo económico para el productor.
En el caso de decidir la utilización de un herbicida residual de determinado mecanismo de acción, se debe considerar que la aplicación debe efectuarse sobre lotes limpios, sin malezas que interfieran la llegada al suelo del herbicida. Si existe rastrojo en superficie, se debe tener en cuenta su volumen y la retención que pueda provocar, de modo de que no se convierta en una barrera para la acción del herbicida. Al comenzar la siembra es importante que los herbicidas residuales estén ya incorporados y de esa manera, afectar las distintas camadas de nacimiento de yuyo colorado, durante los primeros estadios del cultivo.
Los herbicidas de postemergencia para el control de yuyo colorado con resistencia múltiple a inhibidores de ALS y glifosato, deben ser usados como complemento de los residuales y no como la principal estrategia de control. La eficacia en el control de malezas de los herbicidas postemergentes depende de factores propios del herbicida, del cultivo y de la maleza. La combinación de herbicidas postemergentes sistémicos y de contacto controla mejor a yuyo colorado en comparación con el uso de los mismos herbicidas aplicados por separado. Es importante recordar que en aplicaciones en postemergencia del cultivo, se pueden presentar efectos fitotóxicos sobre el mismo, con una disminución en el rendimiento.
En relación con el tamaño de la maleza, se debe considerar que cuanto más pequeña sea más fácil será controlarla. Así, en numerosos experimentos, ya se ha demostrado que cuando la maleza supera los 10 cm de altura, los controles empiezan a ser menos efectivos. Este factor resulta de importancia dada la alta tasa de crecimiento que tiene la maleza. Por este motivo, se recomiendan los controles de preemergencia cuando las camadas de yuyo colorado empiezan a nacer, a partir de septiembre. Además, se evita la interferencia de los cultivos por efecto “paraguas” y por otro lado la posible fitotoxicidad que puedan ocasionar a los cultivos. No obstante, es importante tener en cuenta que una “receta” o una práctica determinada para una región en particular (con condiciones climáticas y edáficas definidas) no puede replicarse a otra zona esperando los mismos resultados.
Como se mencionó anteriormente, la calidad de aplicación de estos herbicidas es un factor condicionante de la eficiencia del control. Se requiere el uso de pastillas adecuadas que logren la suficiente cantidad de impactos por cm2, cubriendo la mayor superficie foliar posible de la maleza. El agregado de coadyuvantes también es importante para mejorar la efectividad de los productos de acuerdo a las recomendaciones de los marbetes de los ingredientes activos empleados. Una de las principales causas por las que el control de yuyo colorado puede resultar ineficiente, es la escasa oportunidad de trabajo que se tiene con la maquinaria disponible, para hacer las aplicaciones en condiciones de poco viento y con la humedad ambiental y temperatura adecuadas. En este sentido, la presente campaña, presentó dificultades para contar con las condiciones ambientales deseadas para una óptima aplicación. No obstante, el régimen de precipitaciones favoreció el crecimiento de los cultivos y permitió adecuados controles en los tratamientos de preemergencia que se realizaron a tiempo durante la primavera.
Se ha observado en la región que, en los lotes donde las pasturas son parte de la rotación (ganadería intercalada con años de uso agrícola), la incidencia de yuyo colorado es menor que aquellos con rotación netamente agrícola. La aparición de yuyo colorado es más reciente o es visible sólo en las cabeceras. Esta observación estaría indicando que los sistemas productivos merecen ser pensados promoviendo la sustentabilidad productiva de los lotes.
Fuente: INTA