La irrupción del Gobierno de China, a través de Cofco, ha cambiado el trablero político en el negocio internacional del comercio de granos y subproductos.
Cofco, la mayor compañía de trading mundial gubernamental y multinacional china, sigue creciendo en el ranking de las exportaciones de soja de Sudamérica. Las grandes operadores como Cargill, Bunge y Dreyfus ven cada vez más cerca la sombra del gigante asiático.
Ya en el 2017, Cofco había quedado segundo en el ranking de exportadores de granos, oleaginosos y subproductos de la Argentina. El primer lugar lo mantuvo Cargill, con un total de 11,5 millones de toneladas mientras que Cofco exportó por un volumen de 11 millones de toneladas.
Muy atrás se ubicaron Bunge, con 8,74 millones de toneladas y Dreyfus, con 7,9 millones. Durante 2018, como consecuencia de la sequía y las posteriores lluvias del otoño, el ranking no refleja lo sucedido en la tendencia de los últimos años.
En la región
La misma tendencia creciente de Cofco se viene sosteniendo en Brasil, donde la empresa ya iguala a Dreyfus en las exportaciones de poroto de soja. Allí Bunge y Cargill Brasil mantienen el primer y segundo puesto.
La irrupción del Gobierno chino a través de Cofco ha cambiado el tablero político y comercial en el negocio del trading de granos.
Solo basta ver lo que ha sucedido en el mercado mundial de soja, aceites, maíz, etanol y subproductos (como DDGS), a partir del enfrentamiento comercial entre Estados Unidos y China.
En el caso de la soja ya hemos visto cómo la estrategia del Gobierno chino ha sido reducir en forma constante y sostenida la demanda de importación de soja americana. Y en su reemplazo aumentar la demanda de importación de soja proveniente desde Brasil y Argentina.
En el caso del etanol y DDGS, un subproducto que se utiliza en las raciones de alimentos balanceados para alimentar cerdos, vacas y pollos, la guerra comercial provocó una fuerte caída en la demanda del país asiático tanto de etanol como del balanceado.
La menor demanda de etanol por parte de China redujo el volumen de molienda de maíz que se procesa en los Estados Unidos, achicó la oferta de DDGS y encareció el costo de las raciones para los farmers.
Como vemos ambos mercados, tanto de soja como de maíz, están directamente vinculados al conflicto entre Estados Unidos y China. Y estos son productos donde tanto Argentina como Brasil ocupan un lugar destacado en el comercio agrícola mundial.
Brasil es el primer exportador mundial de soja y el segundo exportador mundial de maíz. Argentina se ubica tercero en el ranking de exportación de soja, y en el caso del maíz la Argentina comparte y lucha por el segundo puesto.
El momento de la solución del conflicto entre Donald Trump y Xi Jinping, y el tipo de acuerdo al que puedan arribar, tendrá efectos directos sobre el precio internacional de las commodities. La gran duda que tienen los principales operadores es si realmente se arribará a algún tipo de acuerdo comercial. Por el momento, la tregua de 90 días que acordaron durante la reunión del G-20 en Buenos Aires, fue más una necesidad en respuesta a la endeble situación económica de los principales países del mundo, que un convencimiento de llegar a un acuerdo.
El riesgo es que el conflicto comercial continúe y que China aumente la presión sobre el comercio de granos y subproductos que provengan de Estados Unidos. En esta hipótesis de conflicto, me pregunto si en el corto plazo, de aquí a cinco años, China podría llegar a abastecerse únicamente de la soja proveniente de Sudamérica. En este caso, el modelo agrícola estadounidense podría entrar en crisis y provocar un fuerte cambio en la estructura y los precios relativos entre los principales países agrícolas.
Fuente: La Voz | Pablo Andreani