Estado de los cultivos en el partido de Junín

Condiciones Climáticas:

CULTIVOS:

TRIGO Y CEBADA

La cosecha de cultivos de fina se ha dado por finalizada en los primeros días del mes de enero. Si bien el mayor porcentaje de los lotes fueron trillados en el mes de diciembre, las precipitaciones continuadas que se dieron durante los últimos 30 días retrasaron las labores de cosecha. En el partido de Junín los resultados de esta campaña han sido satisfactorios. Se cosecharon 31000 ha de trigo y 2500 ha de cebada con rindes promedios de 48 qq y 50 qq respectivamente. En el Gráfico 2 se muestra la evolución de la superficie ocupada por ambos cultivos en las últimas 4 campañas agrícolas. Del análisis de esas cifras se puede concluir que la superficie destinada a cultivos de invierno se ha incrementado año a año. Puntualmente en la campaña actual se dio un incremento del 16% de la superficie de trigo cosechada respecto a la anterior. Vale destacar la importancia que reviste este aumento en la superficie de cultivos de invierno, ya que significa un aumento en la superficie de suelo que tiene un manejo más sustentable respecto al que se da cuando se realiza monocultivo de soja. La rotación que se implementa en mayor proporción es trigo-soja/maíz, pero también puede darse trigo-maíz/soja o incluso trigo-soja/trigo. Los beneficios de la rotación con gramíneas (como el trigo y maíz) implican en general mejoras en la productividad del suelo en el largo plazo, pero además se favorece el control de malezas resistentes en el corto plazo, siendo este último uno de los principales problemas que debe enfrentar la agricultura en la actualidad. Si bien ocurrieron algunos eventos climáticos que pudieron complicar el buen desarrollo de los cultivos de fina, como por ejemplo la ocurrencia de heladas tardías y caída de granizo, estos fenómenos no alcanzaron a afectar a los cultivos del partido de Junín masivamente, lo que permitió que estos pudieran completar satisfactoriamente todo el ciclo. Como factor negativo se debe mencionar las precipitaciones acumuladas durante el desarrollo de la cosecha, lo que no solo retrasó la trilla sino que también produjo una merma en la calidad de los trigos cosechados luego de la lluvia por efecto de lavado. A pesar de esto último, la calidad del trigo3 de esta campaña en el partido de Junín ha sido en general buena. Se observa que los productores apuestan a trigos de buena calidad panadera, por selección de variedades y también optimizando la fertilización. Todos estos manejos permitieron obtener valores de proteína promedio de 11%, con mínimo de 8,9% y máximo 14,7% y contenido de gluten promedio de 26,5; con mínimo de 19,2 y máximo de 37,4. El peso por hectolitro promedio superó los 80 kg, lo que demuestra que en general el trigo cosechado en esta campaña presenta una calidad que se adecua a la demandada por la industria molinera interna y mercado externo.

MAÍZ:

El estado del cultivo es de bueno a muy bueno. Los sembrados en el mes de octubre se encuentran entre R2 (cuaje) a R3 (grano lechoso). Sanitariamente se encuentran en buen estado. Se observa presencia de roya con diferentes niveles de severidad dependiendo del híbrido, pero en ningún caso los niveles observados son muy altos. En cuanto a maíces de siembra tardía se reportan diferentes condiciones. Hay un gran porcentaje de ellos que se hallan en las últimas etapas vegetativas todos en excelentes condiciones de desarrollo. Por otro lado, un mínimo porcentaje que ha sufrido exceso de precipitaciones no ha logrado una buena implantación, por lo que su condición es buena o regular.

SOJA:

Los lotes de soja de primera se encuentran en muy buen estado. Las sembradas a principios de noviembre se encuentran entre R2 (floración completa) a R3 (inicio de formación de vainas). No se han reportado problemas de sanidad ni de plagas generalizados. No obstante, se ha comenzado a observar la presencia de mancha marrón (Septoria glycines) aunque sólo en el tercio inferior de la planta. También se ha comenzado a detectar la presencia de oruga medidora (Rachiplusia nu) aunque los niveles de daño ocasionados hasta el momento son bajos. Esto obliga a que se esté aumentando la frecuencia del monitoreo, ya que las lluvias acumuladas en los últimos días, sumado a las altas temperaturas aumenten la probabilidad de aparición de plagas y enfermedades en el cultivo. Respecto a la soja de segunda, hay una gran variabilidad de condiciones. Por un lado, la soja implantada en los primeros días de diciembre, es decir previo a las precipitaciones continuadas, se encuentra en estado vegetativo en muy buenas condiciones de desarrollo. Por otro lado, la soja de segunda que retrasó la siembra por falta de piso, ha tenido grandes inconvenientes de implantación y se han debido realizar resiembra en gran cantidad de lotes. Incluso hay algunos que aún no se han terminado de sembrar. Vale decir que en la delegación Junín, las lluvias acumuladas en enero superan ya los 100 mm en algunas zonas, por lo que si bien no se reportaron casos de anegamientos en los campos, esto afectó la buena implantación en soja de segunda, y se verá en el futuro cómo afectará al cultivo en su desarrollo.

 

Fuente: INTA

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