Rendimiento y calidad del trigo de la región central del país. Campaña 2018/19

La producción mundial de trigo sería la más baja de las últimas cuatro campañas, alcanzando un volumen de 733,4 millones de toneladas (MT) como consecuencia de una menor área sembrada, según el reporte de mercados elaborado por el Departamento de Economía de la BCCBA. El crecimiento continuo de consumo, el cual se ubica en el mayor nivel de la historia, provocaría una disminución de la relación stock/consumo, aunque todavía se encuentra en un nivel elevado. De acuerdo con datos oficiales de nuestro país, la exportación y la molienda para la campaña 2018/19 sería record y provocaría que los stocks se ubiquen en uno de los niveles más bajos de los últimos años. A la fecha, los exportadores han adquirido 7,8 millones de toneladas, 2 millones de toneladas más que el ciclo previo. Brasil, primer importador de trigo argentino, tuvo un incremento en la producción llegando a las 5,5 MT, ubicándose las importaciones al mismo nivel que la campaña previa, demandando 6,4 MT del cereal. A comienzo de la campaña Argentina tenía proyecciones de trigo récord con 20,14 MT para un área sembrada de 6,32 millones de hectáreas, debido al incremento de área en todas las provincias trigueras y una inversión en fertilización que jamás se haya hecho en el cultivo (GEA-BCR). Pero a partir de diversos factores agroclimáticos que afectaron de manera sectorizada las distintas regiones del país como estrés hídrico durante gran parte del ciclo, heladas tempranas y tardías, caída de granizo y en algunas zonas anegamientos por el temporal del mes de noviembre, comenzaron a realizarse diferentes ajustes en las estimaciones proyectando el Ministerio de Agroindustria de la Nación al 22/12/18 una producción de 19,4 MT. Organismos privados prevén una cosecha menor por heladas tardías ocurridas también en Buenos Aires, lo que ubicaría la producción nacional en 18,7 MT según Bolsa de Cereales de Rosario y en 19,0 MT de acuerdo a estimaciones de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. Según el informe del panorama agrícola semanal de la BCCBA del 26/12/18 el rinde promedio nacional se ubicaría alrededor de 29,6 qq/ha. En el Núcleo Norte que comprende Este de Córdoba, Centro-Sur de Santa Fe y Sudoeste de Entre Ríos, el rendimiento promedio fue de 29,6 qq/ha, mientras que en el Centro-Norte de Santa Fe fue de 29,5 qq/ha, en el sur de Córdoba de 26,7 qq/ha y en Entre Ríos 38,6 qq/ha. En el sur de Santa Fe y norte de Buenos Aires el panorama fue más favorable con un rinde de 43,7 qq/ha (91% cosechado). La cosecha de trigo en el SE de Córdoba presentó gran heterogeneidad de los rendimientos y está muy por debajo de las expectativas del inicio de campaña, encontrando lotes desde 5 a 10 qq/ha hasta los máximos que llegaron a 40 o 50 qq/ha. Cuando llegó el momento de encañar la mayoría de los perfiles de los suelos mostraban una situación en la cual los primeros 40 cm estaban secos. Durante encañazón los trigos son altamente demandantes de agua y nitrógeno, y justamente durante este período fue donde esos primeros centímetros del suelo se encontraban secos no pudiendo abastecer a la planta. A esta sequía con baja humedad relativa ambiente, se sumaron los intensos fríos como la helada del 2 de octubre, afectando lotes enteros en algunos casos. Las condiciones del año en cuanto al factor ambiental para el SE de Córdoba no resultó favorable a la aparición temprana de enfermedades foliares. Debido a menores temperaturas durante los meses de invierno y comienzo de primavera, sumado a una menor ocurrencia de precipitaciones durante septiembre y octubre, hicieron que el desarrollo de enfermedades foliares se vieran muy limitado. Roya amarilla (Puccinia striiformis) comenzó a ser visualizada con baja incidencia sobre cultivos susceptibles recién a fines del mes de septiembre (en general un mes después de lo observado en 2017). El nivel final de enfermedad fue bajo y con mínimo impacto sobre el rendimiento. Roya de la hoja (Puccinia triticina) presentó muy baja incidencia al igual que mancha amarilla (Enrique Alberione, Comunicación Personal, 27/12/18). El Índice de Fusarium fue bajo en la subregión Pampeana Centro (Sur de Córdoba, Sur de Santa Fe y Centro y Norte de Buenos Aires). En el centro de Buenos Aires en 9 de Julio, Pehuajó, Bolívar y Dolores el Índice de Fusarium fue moderado a alto para fechas de espigazón medias y tardías. La Subregión Pampeana Norte (Entre Ríos, centro y norte de Santa Fe y Córdoba) en líneas generales la Subregión Norte presentó niveles de riesgo bajos. Únicamente para centro-este de Entre Rios y para trigos con fecha de espigazón temprana el Índice de Fusarium llegó a valores moderados y altos Martinez y col. (2018). Desde hace 32 años el personal del Laboratorio de Calidad Industrial y Valor Agregado de Cereales y Oleaginosas del INTA Marcos Juárez, Córdoba, realiza un relevamiento en acopios y cooperativas de la región central del país con el objetivo de conocer la calidad de cosecha de cada año. Se muestrearon 335.670 toneladas en las subregiones II Norte (II N) que comprende Sur de Santa Fe, Sudeste de Córdoba y Norte de la Provincia de Buenos Aires y en la V Norte (V N) que abarca Centro-Sur de Córdoba.

MATERIALES Y METODOS

Con centro en la ciudad de Marcos Juárez se tomaron muestras en las principales localidades del Sur de Santa Fe, Sudeste de Córdoba y Norte de la Provincia de Buenos Aires que corresponden a la Subregión Triguera II N y en el centro-sur de la Provincia de Córdoba perteneciente a la Subregión V N. Los análisis de calidad comercial e industrial se realizaron de acuerdo a las Normas Nacionales del Instituto Argentino de Normalización (IRAM, 2015) e Internacionales de la Asociación Internacional de Ciencia y Tecnología de los Cereales (ICC, 2001, Viena, Austria) y de la Asociación Americana de Químicos Cerealeros (AACC, 1999, EE.UU.). La viscosidad de los almidones se determinó con el Rapid Visco Analyzer (RVA-ICC 162) y el color de harina con un Colorímetro Minolta Chroma Meter CR-410.

CALIDAD COMERCIAL E INDUSTRIAL

La presente campaña triguera se caracterizó por la baja productividad y la alta proteína en la Región Central del país.

El Peso Hectolítrico promedio del muestreo fue de 78,16 kg/hl (1,6 puntos por debajo de la cosecha anterior) con un mínimo de 72,00 y máximo de 82,70 kg/hl. Cuadro 1. De acuerdo a los resultados obtenidos el 39% del muestreo corresponde a Grado 1 (G1) de comercialización, 42% a Grado 2 (G2), el 15% a Grado 3 (G3) y sólo el 4% se ubicó fuera de estándar (FE) según el estándar de comercialización de trigo pan (Figura 1, Anexos 1 y 2), Resolución 1262/2004 – Norma XX. El Peso Hectolítrico promedio en la Subregión II N fue de 78,20 kg/hl y en la V N de 79,60 kg/hl. En los conjuntos generales del Sudeste de Córdoba fue de 76,80 kg/hl, en el Sur de Santa Fe de 78,40 kg/hl y en el Norte de Buenos Aires de 81,40 kg/hl. Cuadro 3, Anexos 1 y 2. Los menores valores de PH que presenta el sudeste cordobés se deben a la presencia de granos chuzos y a la diversidad de tamaño de grano debido a las condiciones ambientales adversas que se mencionaron anteriormente y que fueron más acentuadas en esta región.

El peso de 1000 granos promedio en la subregión II N fue semejante a la campaña anterior con un promedio de 34,44g (34,60g campaña anterior) y en la V N fue inferior con un valor de 33,82g (36,00g campaña anterior). Cuadro 1 y 3. Las cenizas en grano fueron altas, dentro de los valores promedios esperables para la región central, debido a la gran heterogeneidad de tamaño de grano y presencia de granos chuzos, promediando 1,950% en la II N (1,739% cosecha anterior) y 1,970% en la V N (1,796% cosecha anterior). El rendimiento de harina con la molienda experimental Bühler fue de 69,8% (72,3% cosecha anterior) en la II N y de 70,3% (71,6% campaña anterior) en la V N. La proteína se relacionó con el rendimiento y debido a la caída de éste se observa un porcentaje de proteína alto en general como no se daba desde la campaña 2012/13, siendo el aspecto más destacado de esta cosecha. El promedio del relevamiento fue de 11,9%, Cuadro 1, un 2,1% superior a la cosecha anterior que tuvo 9,8% de proteína promedio y 0,9% superior a la base de comercialización del 11%. El 85% de las muestras superó el 11% de proteína. Figura 2. El mínimo fue de 10,2% y máximo fue de 13,5%. Anexo 1. La subregión II N tuvo un promedio de 12,0%, la V N se ubicó en 11,9%, SE Córdoba con 12,5% promedió el valor más alto y Sur Santa Fe en 11,6%. Cuadro 3. En el Norte Buenos Aires, donde los rendimientos promedios fueron mayores, la proteína descendió a 10,8%. Se debe tener en cuenta que para recibir bonificaciones por contenido de proteína ésta debe ser superior al 11% y el PH ser igual o superior a 75 kg/hl.

El contenido de gluten promedio de todo el muestreo realizado en la región central del país se ubicó en 29,5% (23,2% cosecha anterior), con mínimo de 22,4% y máximo de 37,5 %, dependiendo de las condiciones de los lotes y de la zona muestreada, correspondiéndose con la proteína. La subregión II N tuvo un gluten húmedo de 29,6% y la V N de 29,1%, siendo el norte de la Pcia. de Buenos Aires de 25,9%, el valor más bajo igual a lo ocurrido con la proteína. Esta campaña presentó una relación gluten/proteína inferior a la observada en las últimas dos campañas. Figura 3, Cuadro 2.

El Falling Number, índice de brotado en planta, tuvo un promedio de 332 segundos, indicando baja actividad enzimática debido a que las condiciones climáticas a cosecha fueron secas, con una humedad promedio del muestreo de 12,7 %. El rango de variación fue de 245 a 416 seg. dependiendo si el cultivo recibió o no lluvias los días previos a la cosecha, con un promedio de 324 seg en la II N y 346 seg en la V N, normal para la región. Con la presencia de grano germinado hace que aumente la alfa-amilasa de las harinas dando como consecuencia Falling Number de valores bajos, inferiores a 200 seg, aspecto que no ocurrió en la presente campaña. El color de las harinas dado por el colorímetro Minolta fue normal para esta región del país, con un valor L de 88,66 en la II N y de 88,48 en la V N. Los valores de b fueron de 8,69 y 8,73 respectivamente. Cuadro 3. El Zeleny Test es un micrométodo de sedimentación que es utilizado como estimador de la calidad panadera. Los valores obtenidos para las zonas muestreadas lo ubican como de muy buena calidad debido a la alta proteína de la presente campaña, con valores de 57 cc para la II N y 56 cc para la V N, valores superiores a la cosecha anterior que estuvieron en 43 y 41 cc respectivamente. Los mixogramas presentaron un tiempo de desarrollo de las masas normales para esta región del país con 4,38 minutos en la II N y 5,00 minutos en la V N. La fuerza panadera o W del alveograma (Figura 4, Cuadro 3) que es el principal parámetro que define la calidad industrial de un trigo fue superior a la cosecha 2017/18 con un valor de 273 en la II N (230 cosecha anterior) y 298 en la V N (248 en la cosecha anterior). El valor de W para Sur de Santa Fe fue de 269, SE de Córdoba de 295 y Norte de la Pcia. de Buenos Aires de 255. La relación de equilibrio tenacidad/extensibilidad (P/L) fue baja, la misma se vio afectada por las condiciones ambientales que se presentaron durante el llenado de grano con estrés calórico e hídrico debido a la escasez de lluvias, sumados a días con pico de temperatura superior a 30ºC con baja humedad relativa ambiente (alrededor de 40%). Estas condiciones provocaron una alteración en la composición de la síntesis de proteínas disminuyendo la relación gluteninas/gliadinas, dando como consecuencia masas muy extensibles. En la subregión II N el P/L fue de 0,48 y en la V N fue 0,66. Resultados similares fueron reportados por primera vez en Argentina por Cuniberti (1997 y 1998) y Cuniberti y Col. (2008). Los farinogramas mostraron baja absorción de agua en general a pesar de los buenos contenidos proteicos, promediando 55,0% (Figura 5, Cuadro 3). La estabilidad de las masas en la subregión triguera II N se ubicó en 10,1 min. y en la V N en 12,6 min. Los valores para el sur de Santa Fe fueron de 8,0 min, sudeste de Córdoba de 12,0 min y norte de la provincia de Buenos Aires de 9,8 min.

La viscosidad de los almidones (RVA) presentó valores menores a la cosecha anterior debido a la presencia de mayor contenido proteico en los granos en relación a almidón. La panificación experimental (Foto Panes) respondió a las características reológicas con muy buenos volumenes de pan, con valores de 725 cc en la II N y 750 cc en la V N. El menor valor de volumen de pan se dio en la zona del Norte de Buenos de Aires debido a los menores valores de proteína, gluten y W.

 

CONCLUSIONES

La campaña 2018/19 sufrió demasiados eventos negativos. De todas formas, la fertilización y los controles de enfermedades hicieron que los rendimientos no hayan caído aún más. La región central del país presentó parámetros calidad comercial e industrial de buenos a muy buenos. Se destaca el alto contenido de proteína, el mayor de los últimos 5 años, con alto contenido de gluten y fuerza panadera evidenciado a través del W del alveograma, con masas extensibles dando como resultado muy buenos volúmenes de pan.

 

Fuente: INTA

Más información agropecuaria clickea aquí