El Laboratorio de Patología Vegetal del INTA-EEA Paraná, la Bolsa de Cereales de Entre Ríos y Campo Global brindan un resumen final acerca de las enfermedades más relevantes que se observaron en los cultivos de trigo durante el año 2018 en la provincia de Entre Ríos.
En la fase vegetativa temprana y en macollaje se registraron anormalidades en plantas relacionadas con amarillamientos y muerte de hojas inferiores o las superiores, más jóvenes, asociadas a factores abióticos y no a microorganismos patógenos. Es importante disponer de la trazabilidad de los lotes de manera tal de conocer al menos los últimos tres cultivos anteriores y el registro de los fitosanitarios utilizados, principios, dosis y fechas de aplicación (principalmente herbicidas), como también toda la información relacionada con los fertilizantes usados. Independientemente de los factores climáticos, como las heladas, alternancia de días fríos con días de altas temperaturas, exceso o déficit de precipitaciones, que ocasionan diversos síntomas, muchos de los analizados no fueron ocasionados por patógenos.
Mancha amarilla (Drechslera tritici-repentis) y algunos casos puntuales de septoriosis de la hoja (Zymoseptoria tritici) se registraron en lotes con inclusión previa de trigo en la secuencia, y presencia de rastrojo superficial. Sin embargo, la primera enfermedad registrada y dominante en 2018 fue roya estriada o amarilla – RA (Puccinia striiformis f. sp. tritici) (Figura 1). Se detectó el 5 de agosto y oficializó el 6 de agosto de 2018 en María Grande (Dpto. Paraná). A partir de este momento se iniciaron los monitoreos responsables, especialmente en las variedades conocidas como susceptibles en el año 2017.
Las condiciones ambientales consideradas en forma mensual muestran el riesgo alto y medio para RA durante los meses de agosto a octubre, como también para roya de la hoja – RH (P. triticina) en septiembre y octubre. En estos dos meses, definitorios del rendimiento del trigo por hallarse el período crítico de la mayoría de las variedades, se determinó un riesgo medio para roya del tallo – RT (P. graminis-tritici) y fusariosis de la espiga – FET (Fusarium graminearum y Fusarium spp.) (Cuadro 1).
El análisis semanal de los factores climáticos conductivos muestra la cantidad de eventos favorables (Cuadro 2) a la infección a partir de las urediniosporas de las tres royas del trigo. Sin embargo, RA aparece anualmente cada vez más temprano, especialmente en esta campaña donde aproximadamente el 60% de las variedades sembradas en la provincia de Entre Ríos son susceptibles o muy susceptibles.
Asociado a daños de heladas en hojas, tallos y glumas se observaron síntomas compatibles con bacteriosis (Figura 4). Es relevante identificar variedades afectadas, ya que cada año se detectan con mayor frecuencia. Los posibles organismos causales de los síntomas se transmiten por semillas y pueden sobrevivir en el rastrojo y en otras gramíneas de la flora local, en forma sintomática o asintomática. Se diseminan por el viento y lluvias, entrando por heridas (ocasionadas por el viento o insectos) y estomas.
Además de los síntomas típicos de la FET (Figura 5), que se observaron con distintos niveles de incidencia y severidad en lotes puntuales, se registró la necrosis de la base de la espiga o necrosis del raquis asociado a la FET (Figura 6). Los aislamientos fueron positivos para dos especies de Fusarium (Figura 7), con efecto marcado sobre el peso de granos (muestras de los Dptos. San Salvador y Paraná).
Otra anormalidad observada en diversos lotes fue la presencia de gran cantidad de “espigas blancas” (Figura 8) distribuidas en forma generalizada (Dpto. La Paz). Las causas pueden ser de diverso origen, sin embargo esta sintomatología es común en determinadas campañas con estrés hídrico y se asocian a Fusarium spp. En este caso, la presencia de nudos y entrenudos inferiores oscuros con podredumbre de raíces requirió la realización de cámaras húmedas y aislamientos de tejidos enfermos. Se identificaron como organismos causales especies de Fusarium (Figura 9).
Cabe destacar que sobre las colonias puras de las colonias de Fusarium spp., se desarrollaron numerosos cuerpos fructíferos (peritecios) de un hongo ascomycete que produce gran cantidad de ascosporas (Figuras 10, 11 y 12) y parasita las hifas miceliares de Fusarium, según estudios realizados en otros países.
Fuente: INTA Angela Norma Formento