La edición 2018 del Seminario de Acsoja contó con un interesante panel que tuvo al gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, y a su par de Salta, Juan Manuel Urtubey, aportando sus visiones sobre la forma en que la cadena de soja puede convertirse en el motor para el desarrollo de esas provincias.
Con la moderación de la ministra de la Producción de Santa Fe, Alicia Ciciliani, los mandatarios también acercaron sus análisis sobre la actualidad del país y los cambios que desde la gestión política se pueden impulsar para que el desarrollo productivo supere la crítica coyuntura económica. “En Santa Fe la mitad de la exportación agrícola tiene que ver con la soja. Este cultivo constituye un motor fundamental de nuestra economía y el año próximo va a poder demostrar que es así, ya que el clima juega a favor”, abrió con optimismo el gobernador santafesino. Pero observó que ante todo es necesario hablar de la agroindustria en su conjunto y preguntarnos “qué necesitamos para sostener lo que ya tenemos y dar un salto hacia adelante incorporando valor agregado, pensando en procesos industriales con nuevos productos en la cadena de la soja y que eso movilice otros actores”. Lifschitz consideró vital para plantear el desarrollo regional de las provincias sojeras contar con reglas de juego claras en una perspectiva de largo plazo, y que en el complejo escenario actual se impone encontrar un camino de previsibilidad.
En cuanto a los aspectos por mejorar para potenciar el desarrollo de la cadena, sostuvo que la logística es una de las más importantes ya que incide en materia de competitividad para los productores alejados de las zonas núcleo, como es el caso de Salta, una provincia que desde hace tiempo se ha convertido en un actor del cultivo de soja. “Para ello es necesario saldar la gran deuda de infraestructura de los últimos 30 o 40 añosque la economía actual demanda. El desarrollo productivo necesita de las obras para crecer”, remarcó. En el mismo sentido mencionó el rol estratégico de la Hidrovía –dijo que hay que pensarla en los próximos 25 años de cara a la concesión que se avecina, señaló la deuda que existe en cuanto a la mejora de los caminos rurales y ponderó la incorporación de los bitrenes recientemente aprobados por la Legislatura santafesina.
En materia de impulso para incrementar la competitividad de la cadena de soja Lifschitz remarcó que hay que incorporar más tecnología para el valor agregado sin descuidar las buenas prácticas agrícolas. “Como grandes exportadores que somos necesitamos, tanto los Estados como los productores, tomar un compromiso firme para disminuir el efecto invernadero y todo tipo de impacto ambiental”, dijo. Asimismo mencionó la importancia de la bioecología, del uso de biodiesel y bioetanol en el agregado de valor y en la generación de puestos de trabajo.
“Santa Fe es una provincia con un enorme potencial. Si utilizamos estas herramientas de manera virtuosa tenemos una gran posibilidad. Para potenciar la fuerza para nuestro sector productivo nadie tiene una receta exitosa, pero podemos contribuir en ese camino.Hoy el mundo nos muestra que hay una integración vertical de los procesos productivos y es muy difícil saber hasta dónde es una actividad privada y hasta dónde estatal. Santa Fe es un excelente ejemplo de cómo eso que llamamos el campo es mucho más que eso porque es un gran entramado productivo. El gran desafío es generar inclusión social y promover la industria. Esa es la receta, y tenemos todos los ingredientes. Hay que ponerlos en la olla y mezclarlos adecuadamente”, concluyó.
El gobernador salteño, Juan Manuel Urtubey, consideró que la situación en la que se encuentra el país requiere poner el énfasis en las coincidencias y no en las divisiones, y destacó el consenso que existe en ubicar a la cadena de la soja como un motor de la economía. “Un encadenamiento de valor de la soja es vital para entender la Argentina con una mirada que vaya más allá del corto plazo, y entre tantas cosas, para eso tenemos que ver lo complejo de las normativas vigentes. El principal componente de esta sociedad es tener un Estado que no te complique la vida, y un escenario de fuertes cambios a nivel del Estado no garantiza esto”, dijo al momento de trazar algunos desafíos pendientes. En materia de logística, Urtubey precisó que en Salta se gasta el 40% en flete para transportar la producción sojera a los puertos, lo que obliga a competir en condiciones menos ventajosas y para lo cual se requiere de una gran inversión en infraestructura con actores del sector público y del sector privado.
Tras preguntarse sobre cuál es el plan de desarrollo estratégico como país, dijo que es clave diseñar “una reorganización territorial para generar una clase media rural, con instituciones educativas para poder acelerar el desarrollo”. “Lo que hay que hacer es generar incentivos para la actividad productiva. Yo quiero una Argentina con empresas ricas, no con empresarios ricos. Tienen que ver con la política tributaria la orientación de un modelo de organización política. Si da todo lo mismo se usa el campo con la lógica extractiva”, señaló.
Urtubey recordó que en su provincia necesita avanzar con el Belgrano Cargas y que la inversión que se realice en eso, como sucede en otros aspectos productivos, cuanto más dinero se invierta más dinero va a generar. Para el cierre, el gobernador habló más centrado en su rol de candidato a presidente: “En un momento tan particular de la Argentina es bueno que haya algún lugar donde discutamos sobre producción, más allá de lo que sucede. Entender que es acá desde donde vamos a salir adelante. No aflojemos frente al mal tiempo en una Argentina que parece que nuestro gran problema es que salimos de la Argentina productiva y agarramos hacia el atajo. La Argentina debe ir hacia un nuevo contrato social con aquellos que laburan de verdad. Tenemos que tener en claro que si nosotros no generamos de verdad la cultura de trabajo estamos realmente complicados”.