El grupo de Investigación en Producción Animal de la Estación Experimental Agropecuaria Santa Cruz evalúa los resultados productivos de diferentes sistemas de recría bovina en establecimientos ganaderos de la zona sur. El Ing. Agr. Rodrigo Gallardo, integrante del grupo de Investigación, expresó que “los resultados del primer año de trabajo muestran los diferentes efectos de la suplementación estratégica durante el invierno”.
El grupo de Investigación en Producción Animal de la Estación Experimental Agropecuaria Santa Cruz evalúa los resultados productivos de 3 sistemas de recría bovina, realizados en el sur de la provincia. El primero con terneros suplementados con megafardos de alfalfa, otro sin suplementación y el tercero alimentados con con maíz y con un potenciador de bacterias ruminales, para aumentar la digestibilidad de los pastos de mala calidad del invierno.
Los trabajos surgen por la necesidad de conocer alternativas viables que permitan aumentar las ganancias de peso o, en el peor de los casos, disminuir las pérdidas en el peso de los animales en la recría a campo, utilizando la suplementación con fibra y/o con potenciadores de bacterias ruminales, para aumentar la digestibilidad y aprovechamiento de la celulosa como diferentes estrategias. Estas actividades permitirían que los animales alcancen un peso adecuado para el engorde y en el caso de futuras vaquillonas de reposición, que entren al servicio en buena condición corporal.
Estas tareas se realizaron con el objetivo de acompañar a los productores, y analizar las diferencias resultados con distintos sistemas de recría. Las dos primeras experiencias se desarrollaron en un mallín seco del río Coyle, en la Estancia San Cristóbal (61 km al noroeste de Río Gallegos), la primera con 51 animales suplementados con megafardos de alfalfa. Donde se les proveía un megafardo cada 3 días entre los meses de julio, agosto y septiembre, la cual generó un aumento de peso de alrededor de 8 kg promedio por animal al cabo de este periodo.
La segunda actividad se desarrolla actualmente con 200 terneros/as sin suplementación en los potreros que presentan la mayor disponibilidad forrajera en el campo evaluado. Este seguimiento se realiza con el fin de registrar las pérdidas de peso invernales. La recría comenzó la primer semana de junio y hasta el momento se observaron descensos de peso de alrededor de los 4 kg por animal. Esta evaluación se llevará a cabo hasta la faena, midiendo la evolución de peso vivo y la eficiencia de conversión. Hoy se visualiza la posibilidad de hacer un engorde a campo con diferentes estrategias para alcanzar el peso de faena en marzo.
El tercer sistema analizado se desarrolló en la Estancia Punta Loyola (55 km al suroeste de Rio Gallegos). Aquí se alimentaron 30 terneras de reposición y los investigadores del INTA evaluaron la evolución de su peso vivo y condición corporal. Los bovinos fueron suplementados con maíz y con un potenciador de bacterias ruminales que permitirían aumentar la digestibilidad del pastizal en épocas donde son de muy baja calidad y alto contenido de celulosa.
Los datos recogidos de esta experiencia muestran una caída de solo 5 kg por animal y una baja de medio punto en la condición corporal. Con el manejo tradicional del productor las pérdidas de peso oscilan alrededor de los 30 kg por animal, esto quiere decir que aun con la pérdida de peso, este año las terneras serán 25 kg más pesadas que años anteriores. Estos resultados incentivan a la utilización de potenciadores ruminales, los cuales pueden ser una alternativa muy conveniente.
El responsable de las actividades, Ing. Agr. Rodrigo Gallardo comentó que “el objetivo principal de la suplementación invernal es proveer al rumen una cierta cantidad de proteínas y energía que el pastizal no le suministra en esta época del año”. “El seguimiento de las diferentes estrategias utilizadas para la recría de terneros es muy útil, ya que permite comparar y observar cuales son los efectos que tiene la alimentación en los distintos sistemas productivos. Por tal motivo en el Grupo de Producción Animal continuará acompañando a los productores en cada una de estas actividades”, agregó.
Gallardo concluyó que “la suplementación de este año con maíz y potenciador de bacterias, minimizó la pérdida de peso de las terneras, logrando mejores resultados que el de un manejo tradicional” y subrayó que “por otro lado, con la suplementación del año pasado se alcanzaron resultados positivos, ya que los animales ganaron peso durante el invierno y disminuyeron el tiempo de permanencia en el feedlot”.
Actualmente, el equipo de trabajo conformado por el Ing. Gallardo, la Ing. Paola Vargas, Med. Vet. Guillermo Clifton y el Ing. Miguel Andrade está trabajando en el seguimiento de la evolución de los terneros/as que están en etapa de recría. Para la próxima temporada se prevé evaluar la etapa de engorde de novillos.
Fuente: INTA por Rodrigo Martín Gallardo, Carlos Surraco