Pese al aumento de la carga tributaria, vía la reimplantación de derechos de exportación, el precio doméstico del trigo está reflejando la escasa disponibilidad de grano para moler y el temor que la falta de humedad se agrave en las próximas semanas
El precio del trigo ha logrado revertir parte de las pérdidas que sufrió el día viernes, cuando cobraron fuerza los rumores de reimposición de derechos de exportación. Según la referencia de la Cámara Arbitral de Cereales, en el mercado de Rosario el valor estimativo para las operaciones realizadas el día jueves en el Mercado Físico de Rosario es de $ 7.700/t, por debajo de los $ 8.000 de la semana anterior pero mayor al piso de $ 7.050/t que había registrado el último viernes.
Sucede que si bien el nuevo esquema de retenciones supone un encarecimiento de las operaciones de exportación del cereal, carga tributaria que se refleja en el precio doméstico del grano, la escasa disponibilidad de trigo para procesar y el temor que la falta de humedad se agrave en las próximas semanas dan sostén a los valores negociados.
En relación con el primer punto, el siguiente gráfico muestra la existencia física del grano en plantas de almacenaje de servicios e industria al mes de agosto de cada año, tal como las informa la Secretaría de Agroindustria. El dato incluye la mercadería depositada en acopios, plantas y elevadores terminales de granos, pero excluye las existencias en poder de los productores. Puede observarse que los 2,1 millones de toneladas de trigo que tiene en sus manos el sector comercial resulta el menor volumen de los últimos cuatro años y representa un 33% menos de los stocks con los que se contaba a la misma altura del año anterior.
Las dificultades para conseguir trigo de calidad es uno de los principales elementos de sostén para el precio del trigo en el presente, redoblando las dificultades para el empalme de la cosecha. Así, el escenario está dado para conseguir una prima en el precio para aquellos lotes que puedan asegurar su entrega más temprana.
Para lo que es el programa de entregas ya en el mes de diciembre, los contratos pactados –e informados a través de SIO Granos- hasta este miércoles acumulaban un volumen superior en un 50% al del año pasado. A agosto de 2017, los compromisos de entrega en diciembre sobre las terminales portuarias de Rosario Norte y Sur promediaban el millón de toneladas, cuando hoy ya superan el millón y medio de toneladas.
En relación a las condiciones productivas, el cultivo de trigo en los lotes de la región centro entra a encañar, periodo en el cual comienza a requerir más agua. Los suelos en profundidad cuentan con reservas hídricas que mantienen las buenas condiciones del cultivo; sin embargo, hay zonas donde el déficit de agua se acentúa con el correr de los días. Si el agua escasea, no todos los macollos que lograron desarrollarse se traducirían en espigas, resintiendo así el rendimiento final.
La provincia de Córdoba está comprometida en este sentido. La capa superficial hasta los 30 cm de profundidad se está secando. Cuando esto sucede, las reservas de la planta se dirigen hacia las raíces para buscar agua, resintiendo la parte aérea. Si bien aún no hay síntomas de estrés hídrico, es indispensable que llueva en las próximas dos semanas cuando el cultivo entre en la etapa de espigazón.
En tanto, en las provincias norteñas el cereal ya se encuentra en el periodo crítico y requiere agua cuanto antes para que el rendimiento no merme. Los pronósticos no son del todo alentadores para esta zona, ya que se espera un incremento de la temperatura que podría causar cierta inestabilidad hacia el lunes en la provincia de Buenos Aires y, en menor medida, en Santa Fe y Córdoba. De todas maneras, los acumulados previstos se mantendrían por debajo de los niveles normales estacionales. Luego se espera que un abrupto descenso térmico estabilice las condiciones atmosféricas hasta el próximo miércoles.
En lo que respecta al frente externo, se interrumpió la tendencia alcista de los precios en el mercado de Chicago luego que Rusia confirmase que no limitaría las exportaciones de trigo en el corto plazo. A pesar de la menor producción resultante de la sequía, las autoridades de ese país calificaron su mercado de trigo como estable, descartando la posibilidad de acotar sus ventas externas. La campaña rusa en 2018 se proyecta inferior a la de 2017, que fijó un récord de 85 millones de toneladas, pero por encima del promedio de los últimos 5 años. El clima fresco favorable al trigo de primavera propició un aumento del 1% en las proyecciones para la campaña 2018/19, que alcanzaría las 68,9 millones de toneladas, un 19% menos que el año anterior, según la consultora privada Lanworth. En tanto, en el mes de agosto, las exportaciones rusas habrían alcanzado las 35 millones de toneladas según el USDA, ajustando las proyecciones de stocks para lo que resta de la campaña, sostenidos por el debilitamiento del rublo, los precios internacionales favorables y el rápido avance de la cosecha.
Por su parte, en Canadá las condiciones favorables para el inicio de la cosecha 2018/19 impulsarían la producción a 31,6 millones de toneladas, mientras que la estimación para el volumen de trigo de Ucrania se mantuvo en 25,9 millones de toneladas. La Unión Europea, al igual que Rusia, vería caer su producción en un 10% respecto al año anterior hasta los 137 millones de toneladas, un mínimo histórico regional para los últimos 5 años.
Se confirma la expectativa que la producción de trigo en el mundo resulte inferior a las necesidades de la demanda por primera vez en seis años, poniendo fin al ciclo de acumulación de stocks. Ello apuntala las perspectivas de exportación para el grano argentino, incluso a pesar del cambio en la política comercial anunciado en la semana.
Fuente: Sofía Corina-Desiré Sigaudo-Emilse Terré