La firmeza de precios se explica por una industria demandante, que está dispuesta a pagar más por calidad.
La faena semanal vacuna al 4 de agosto volvió a ubicarse por encima de las 40.000 cabezas por segunda semana consecutiva aunque con un leve ajuste respecto a la semana anterior. Totalizó 41.670 animales, un 3% menos que las 42.820 de la semana anterior y 15% por encima de igual periodo de 2017 cuando se faenaron 36.229. La expectativa para las próximas semanas es que pueda concretarse algún ajuste a la baja.
El dato de faena mensual cerrado julio fue de 181.017 cabezas, 8,5% más que igual mes del año pasado cuando se enviaron 166.804 animales. La industrialización de vacas aumentó 16,5% interanual y alcanzó las 92.501 cabezas, una participación del 51% sobre el total.
En los primeros siete meses del año la faena de vacunos mantuvo un muy buen ritmo, con 1.405.341 cabezas y similar a mismo período de 2017 cuando se faenaron 1.404.738 animales. La faena de vacas fue 4% menor en la comparación interanual, 665.220 cabezas frente a 695.537.
La tonelada de carne vacuna exportada sigue firme arriba de US$ 3.600 y logró el mejor promedio de las últimas cuatro semanas. Se ubicó en US$ 3.670, una mejora semanal de 3%. En lo que va del año acumula un aumento de 5,8% con un promedio de US$ 3.578 frente a US$ 3.381 en mismo periodo de 2017. Y el volumen exportado es marginalmente superior, con un acumulado de 271.212 toneladas frente a 270.138 en mismo periodo del año anterior.
Fuente: El Observador | Por: Blasina y Asociados