Engorde de vacas y vaquillonas de rechazo, una estrategia para diversificar e incrementar los ingresos en los rodeos en La Rioja

RESULTADOS DE INVESTIGACIÓN DESARROLLADOS EN INTA– EEA LA RIOJA
MUESTRAN QUE LA SUPLEMENTACION ESTRATEGICA PUEDE SER UNA
IMPORTANTE HERRAMIENTA PARA DIVERSIFICAR LOS PRODUCTOS FINALES
E INCREMENTAR LOS INGRESOS EN LOS RODEOS DE CRIA BOVINA EN LOS
LLANOS DE LA RIOJA.

La cría extensiva de ganado bovino es una de las principales actividades productivas en Los
Llanos de La Rioja. Los sistemas de cría bovina tienen como principal producto final el
ternero de destete. Productos secundarios de los mismos son las vacas y vaquillonas de
rechazo, las que generalmente se comercializan como animales para invernada o conserva
recibiendo bajos precio por kilogramo de peso vivo. Sin embargo, es importante tener
presente que en un rodeo de cría, alrededor del 50% de los kilogramos de carne que se
venden pertenecen a estas categorías. Cabe preguntarse entonces si no es importante buscar
estrategias que permitan incrementar el precio de esos kilogramos de carne. Una alternativa
posible es lograr animales gordos para ser comercializados para consumo, lo que permitiría
diversificar la producción e incrementar los ingresos prediales. Por otro lado, la inclusión
de estas categorías como parte del rodeo permitiría adecuar la carga animal a las fluctuaciones anuales de las precipitaciones y disponibilidad de forraje eliminándolas del
rodeo en años de baja producción de forraje o dejándolas en años de alta producción,
manteniendo mayor estabilidad del número de vientres.

Por las condiciones ambientales de la región, escasa precipitación anual y 6 – 7 meses con
forraje diferido, no es posible el engorde de animales en un corto período. Surgen entonces
distintas alternativas para lograrlo, como por ejemplo mediante engorde a corral, engorde
en pasturas bajo riego o mediante suplementación en pasturas o pastizales diferidos y en
crecimiento. Las distintas alternativas presentan ventajas y desventajas.

Considerando las distintas alternativas, el INTA La Rioja decidió desarrollar diferentes
estudios orientados a explorar alternativas de suplementación sobre pasturas y pastizales.
Se planearon y ejecutaron una serie de ensayos considerando las dos categorías animales,
pasturas en crecimiento y en diferido, suplementos con distintos niveles de energía y
proteína, y distintos niveles de utilización de la pastura. Se exploraron también, distintos
momentos para la venta y su relación con los precios. Los planteos consideraron que el
proceso de engorde no debería superar los 120 días. Por lo tanto, para lograr vacas para
consumo de 400 a 420 kilogramos partiendo de animales con 350 kilogramos, se debería
lograr un ritmo de ganancia 500 a 550 gramos diarios. De similar manera, para lograr

vaquillonas de 300 a 320 kilogramos partiendo de animales con 250 kilogramos, se debería
lograr similar ritmo de ganancia.
Los resultados obtenidos demuestran que en pasturas diferidas con bajas presiones de
pastoreo, asignaciones forrajeras diarias mayores al 7% de peso vivo, y con suplementación
energético-proteica al nivel de 1% del peso vivo es posible lograr niveles de ganancia diaria
de 500 a 550 gramos en ambas categorías animales. Por otro lado, en pasturas en
crecimiento, los resultados muestran que sin suplementación y asignaciones forrajeras
diarias del 5% del peso vivo, se pueden lograr ritmos de ganancia de 600 a 700 gramos
diarios y que con suplementación energética se pueden lograr ganancias de 850 a 950
gramos por día, pero no se encontró respuesta a la suplementación proteica.

En cuanto a los mercados y momentos de ventas, los mejores precios se lograron, en
general, en los meses de octubre a enero en el mercado local. Lo anterior obedece
fundamentalmente, a que en esos meses disminuye la disponibilidad de animales gordos de
la zona.
Cabe preguntarse también cual es la ventaja de engordar esas categorías respecto a los
terneros. La respuesta se puede encontrar en que en vacas y vaquillonas de rechazo se logra
incrementar el precio por kilogramo de peso vivo debido al cambio de categoría (Ver
Cuadro), mientras que lo contrario generalmente ocurre en terneros. Las vacas conserva
obtienen en general precios promedios por kilogramo de peso vivo un 40% a 50%
inferiores a la vaca consumo. El costo total de la suplementación, considerando mano de
obra e insumos se paga con los kilogramos de peso adicionados (vaca gorda 420 kg –vaca
flaca 350 kg = 70 kg adicionales). En la categoría vaquillonas se logran también mayores
precios por cambio de categoría pero el margen de ganancia por animal es menor. En estos
casos de cambio de categoría de animales no se debe analizar la ventaja o no de
suplementar haciendo el análisis tradicional de costo del suplemento en relación precio por
kilogramo de ganancia de peso, si no que el costo del suplemento se debe relacionar al
incremento en precio total por animal. Si se considera la posibilidad de suplementar
terneros se debe tener presente que generalmente el precio del ternero de destete es mayor
que el del novillo gordo, por lo tanto, en este caso si se debe enfocar el análisis de la
manera tradicional considerando el costo de la suplementación en relación al precio por
cada kilogramo de ganancia de peso.

Un ejemplo se puede observar en los precios y costos promedios obtenidos entre 1999 y
2003 y los actuales (2018) para vacas conserva y vacas consumo.

Finalmente, si bien en el contexto actual el alto precio en los granos y otros productos y
subproductos utilizados para suplementar pueden hacer no conveniente la suplementación,
es importante tener presente que esta alternativa puede ser una herramienta para diversificar
la producción e incrementar los ingresos prediales de los sistemas de cría bovina de la
región. Los constantes cambios de rumbo en la economía pueden determinar que lo que hoy
no es rentable mañana si lo sea.

 

Fuente: INTA por Carlos Alberto Ferrando, Roxana Edith Avila, Gabriela Esther Brunello, Carlos Nieves Vera, Juan Mariano Paz