Empresarios del sector alertaron que si se aplica un 6% la próxima semana, todavía queda un atraso de entre 15% y 17% en los precios. Se enciende la luz roja por la provisión de naftas y gasoil: “No es que retienen, no lo tienen”.
Las noticias y quejas por la falta de provisión de gasolinas en el Interior del país se multiplicaron desde la llegada de Javier Iguacel al Ministerio de Energía. Sin embargo,los empresarios de los hidrocarburos no responsabilizan al ministro por la escases.Estiman que para llegar al precio de equilibrio entre el valor internacional del crudo y el actual tipo de cambio en torno a $ 28 por dólar, falta casi 20% de ajuste en las pizarras al consumidor.
Ante este panorama, las petroleras, los productores locales y extranjeros, las refinadoras, los importadores, los intermediarios y los despachantes limitan las ventas a la espera de un mejor precio en los surtidores. “Va a haber combustible cuando aumenten 20%”, prometen.
Este martes se conoció que la Casa Rosada, a través de Iguacel, autorizó otro incremento de combustibles, que para la versión Súper será de entre 5% y 6%, mientras que la Premium rondará el 7%. El valor del gasoil acompañará esos porcentajes, aunque no se descarta que el aumento sea mayor. “Hace un año teníamos la sequía y no se vendía nada, ahora hay mayor demanda, el campo está en movimiento”, explicaron las fuentes consultadas para este medio.
Si se aplica un 6% en la Súper a $ 29,80 por litro en las YPF de la ciudad de Buenos Aires, los estacioneros calcularon que el desfasaje se mantendría en 24%, con el Brent a u$s 74,63 y el dólar a $ 27,90.
Pero puertas adentro de Energía tiene otro cálculo. Cerca de Iguacel sostienen que el precio de referencia, el que “hay que tener en cuenta”, es el valor de importación de la Súper. Con ese dato sobre la mesa, aseguran que el atraso en los precios no supera el 15%. “No es alejado decir que con una suba del 6% en la Súper (la próxima semana) restan aún un 17%”, indicó a ámbito.com uno de los hombres que más conoce del mercado de naftas.
Una preocupación que surgió en el último mes es el cambio de tendencia en el consumo. Con la Premium por arriba de los $ 33, los automovilistas se inclinan por los productos más baratos. Este cambio podría alterar los planes del Gobierno -y de las petroleras- y diferenciar los aumentos entre los distintos tipos de gasolinas o, incluso, frenar algunos de los ajustes. “Habrá que ver qué estadística publica de junio el Ministerio de Energía para verificar que aumenta el consumo de Súper sobre la Premium y esto podría condicionar el diferencial que pretenden aplicar las petroleras como venían haciendo últimamente de subir las más caras”, recordó un dirigente empresario.
Ámbito Financiero reveló días atrás que los problemas con el abastecimiento continúan.Las estaciones de servicio blancas, las que no forman parte de la red de una petrolera, están teniendo un desfase de 40.000 metros cúbicos mensuales de combustibles, sobre un volumen de alrededor de 70.000 metros cúbicos que despachaban en forma habitual hasta hace menos de dos meses.
El Gobierno reitera que el “mercado está liberado” y que la provisión depende de la oferta y la demanda. El nudo lo atan los mayoristas, que no reponen combustibles o aplican cupos tanto en gasoil como en nafta. Para peor, estas dificultades se extienden también a las ventas para el campo y la industria, donde en algunos casos se pagan sobreprecios de más del 50% por el gasoil.
El principal argumento para discontinuar el abastecimiento es que todavía no se cubrió el desfasaje con el petróleo y el tipo de cambio. Sin embargo, un dato de último momento comenzó a inquietar en el sector. “El problema ahora no es que lo retienen, es que no lo tienen”, afirmó un avezado empresario, titular de una de las cámaras de EESS más importantes del país. Shell y Trasfigura (Puma y Petrobras) no consiguen combustibles. Axion ofrece en promedio un 10% menos de diésel que en los últimos tres meses.
Fuente: Ambito Financiero | Por: Sebastián D. Penelli