El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación lanzó un Plan Nacional de Restauración de Bosques Nativos Degradados con una convocatoria para financiar proyectos en Tucumán, Cuyo y Patagonia. El INTA de Bariloche, en conjunto con la Subsecretaría de Bosques de Río Negro, el Ministerio de Ambiente de Río Negro, la Tecnicatura de Viveros de la Universidad de Río Negro y la Secretaría de Ambiente de la Municipalidad de Bariloche, ganó un proyecto para restaurar la ladera sur del emblemático cerro Otto de Bariloche.
Los especialistas del INTA Bariloche responsables del proyecto Mario Pastorino, Alejandro Aparicio, María Marta Azpilicueta y Verónica Rusch nos cuentan detalles de la iniciativa.
¿En qué consiste el proyecto de restauración del Cerro Otto?
M.P.: Se trata de una restauración activa en la que intentaremos reinstalar el componente arbóreo del bosque, que es la clave para volver a tener un bosque completo. Partimos de una experiencia piloto previa, que llevó a cabo el año pasado Bosques de Río Negro con chicos de escuelas de Bariloche. Actuaremos sobre dos áreas del bosque de lenga incendiadas en 1995 y en 2013 y que no tuvieron recuperación natural. Hoy no hay nada de regeneración de lenga allí.
¿Dónde se ubican esas dos áreas y por qué es importante recuperar específicamente esos sitios?
V.R.: El primer sitio está debajo del centro de ski Piedras Blancas, y el otro debajo de las pistas de ski nórdico. La importancia de restaurar estos sitios ya ha sido destacada con estudios previos que señalaron la fragilidad geológica de esas laderas. La pérdida del bosque significa un riesgo eventual de remoción en masa de las laderas y también un aumento de la escorrentía superficial en época de lluvias, lo que termina erosionando el suelo con profundas cárcavas y provocando inundaciones al pie de las laderas. Y al pie de Piedras Blancas hay barrios, como El Frutillar y Unión…
¿Cuánto dura el proyecto y qué se va a plantar?
A.A.: El proyecto acaba de empezar y tiene una duración de 3 años. Al comienzo de la primavera arrancaremos con las plantaciones en el sitio debajo de Piedras Blancas. Este primer año plantaremos 3000 lengas en la parte más alta y en las partes bajas 1600 cipreses, 1800 ñires, 1200 maitenes y 500 coihues. No podemos plantar más lengas este año porque no hay, debemos producirlas.
¿También producirán plantas?
M.M.A.: Sí, tenemos que producir lengas obligadamente porque no hay en ningún vivero las cantidades que necesitamos. Ese es un factor limitante del proyecto. Sin plantas no hay nada que plantar. Para la plantación de este año hemos comprado todas las plantas disponibles en viveros de la región, y ya tenemos reservadas otra tanda para 2019. Pero para la plantación de 2020 largaremos este año una producción de 10.000 lengas aproximadamente, que es a lo que podemos aspirar con la semilla que tenemos. Ya empezamos con los tratamientos pregerminativos y en septiembre haremos la siembra.
¿Se hará todo con personal de INTA?
M.M.A.: No. Vamos a aprovechar el proyecto para brindar capacitaciones en actividades de vivero y plantación a beneficiarios del plan Hacemos Futuro, del Ministerio de Desarrollo Social. En el marco de las capacitaciones ellos nos ayudarán con las tareas de vivero y de plantación. Nuestros colegas de la Tecnicatura de Viveros serán parte de estas capacitaciones.
V.R.: Además el proyecto incluye un módulo de difusión y educación ambiental, en el que los colegas de Ambiente de la Provincia y del Municipio participarán para lograr que se comprenda en la sociedad la importancia de la restauración del Otto.
¿Y cómo sigue el proyecto?
M.P.: El proyecto se propone restaurar 72 ha en total, y está organizado en forma escalar y progresiva, o sea: cada año plantaremos más. Esto nos permitirá ir ganando experiencia y aceitando procedimientos, mientras producimos las plantas que necesitamos. A fin de este año vamos a instalar pequeñas clausuras de alambrado para plantar en 2019 en grupos, lo que llamamos núcleos de regeneración. De cada núcleo esperamos que lleguen unos 5 a 10 árboles a la adultez para que actúen como semilleros. Eso asegurará el futuro del bosque.
¿Se hará algún tipo de evaluación de resultados?
A.A.: Sí, el proyecto contempla un módulo de monitoreo con el que haremos un seguimiento de las plantas a través de un diseño muestreal específico. Es importante aprender de este proceso, y para eso tenemos que conocer cuáles fueron los factores de éxito y cuáles los de fracaso, porque no todo será éxito. Sabemos que una proporción de las plantas van a fallar. Lo importante es saber por qué fallaron. SI HAY QUE ACORTAR LA NOTA SE PUEDE SACAR ESTA PREGUNTA ENTERA.
¿Algo para cerrar la nota?
V.R.: Sí. Los beneficiarios de este proyecto son los habitantes de Bariloche, quienes viven en la base del cerro y también quienes lo usan con fines recreativos. Pero es de largo plazo, un proceso lento y frágil. El involucramiento de todos en el cuidado de la plantación es esencial para lograr el éxito de la restauración.
Fuente: INTA por Diego Rodolfo García Rogel, Mario Juan Pastorino