Declaraciones del ex ministro de Agroindustria.
En 2016 el entonces ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, diseñó un anteproyecto de reforma de la Ley de Semillas (Nº 20.247/73) en el cual se declaraba de “orden público” el reconocimiento de toda propiedad intelectual al momento de comprar semilla. Eso implicaba que las regalías por todo concepto de propiedad intelectual (germoplasma + eventos biotecnológicos) deberían cobrarse solamente al momento de adquirir la semilla. Es decir: no podrían percibirse en ninguna otra circunstancia.
Pero el nuevo anteproyecto diseñado por la actual gestión de Agroindustria, liderada por Luis Miguel Etchevehere, no incluye el concepto de “orden público” en el texto, lo que implica que los propietarios de patentes que licencien el uso de las mismas a empresas semilleras pueden reservarse la posibilidad de cobrar a los productores un canon por el uso de las mismas.
“Introdujimos el concepto de orden público, que desapareció del nuevo proyecto (oficial), y no creo que sea bueno eso, porque si quitamos el orden público no tiene sentido la reforma de la Ley de Semillas”, consideró Buryaile.
“El concepto de orden público no se consideró como una imposición, sino como un requisito para poder avanzar en el reconocimiento de la propiedad intelectual”, añadió el ex ministro.
“Cuando asumí como ministro (a fines de 2015) la situación era de una extrema gravedad, con Monsanto controlando los puertos y las entidades agropecuarias en rebelión contra esa actitud; incluso la Sociedad Rural (SRA) había presentado una denuncia contra la empresa en la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia”, recordó Buryaile.
La solución que encontró el ex funcionario para resolver el conflicto fue recuperar el monopolio de la fiscalización de semillas –por medio de la resolución 207/16 del Inase– el cual, complementándose con el sistema Bolsatech, permitió, hasta la actualidad, que la gestión de los datos de análisis genéticos de la cosecha de soja permanezca en manos del Estado.
“Tuvimos que enfrentar esa situación en plena cosecha (de soja 2015/16) y creo que lo mejor que pudimos hacer en ese momento era implementar esa resolución”, sostuvo Buryaile, quien posteriormente promovió una reforma de la Ley de Semillas –que quedó trunca– para intentar superar el parche implementado por la resolución 207/16.
“Creo que a esta altura el uso propio es lo menos relevante de un proyecto de ley: la clave es que se reconozca la propiedad intelectual a los desarrolladores de germoplasma y eventos, porque eso nos va a permitir que se introduzca tecnología en el sector, pero no nos tenemos que hacer los distraidos y decir que un tema tan sensible como esto puede estar librado a acuerdos entre partes”, advirtió.
“Esa es mi opinión, el ministro (de Agroindustria) actual seguramente tiene otra visión y tendrá que ir a defenderla al Congreso. Recomendaría, de todas maneras, que miren el proyecto que enviamos al Congreso”, aconsejó.
En referencia a las recientes declaraciones relativas a la capacidad de pago de la industria cárnica exportadora (“Tienen un tipo de cambio de 31 $/u$s y la hacienda más barata del Mercosur y ¿dicen que no pueden aumentar porque tienen que reinvertir? Mirá vos, no sabía que éramos socios”), Buryaile dijo los planchazos de precios de la hacienda, si bien afectan inicialmente a la cría bovina, con el tiempo terminan perjudicado a toda a cadena cárnica.
“Ahora se recuperaron un poco los precios, pero estamos vendiendo al mismo valor nominal que un año y medio atrás”, dijo Buryaile, quien administra una empresa ganadera en Formosa dedicada a la cría.
“Para poder crecer es necesario invertir. Para mejorar las tasas de parición y de marcación, necesitamos más pasturas, más aguadas, potreros más chicos, mejor sanidad, y eso cuesta dinero. No es posible hoy ir a los bancos a tomar créditos con las tasas de interés actuales para invertir en el sector; sólo es posible hacerlo con recursos propios. En la medida que los precios se estabilicen y la presión impositiva aumente en términos relativos, logicamente no se van a poder hacer las inversiones necesarias para incrementar el stock”, explicó el ex ministro.
Buryaile además recordó que, un año atrás, durante su gestión, se tomó una medida extraordinaria para morigerar la crisis de ingresos que por entonces padecían los frigoríficos exportadores: un reintegro de hasta 5,8% por el término de un año (beneficio que vence el próximo 31 de julio).
“En aquel momento los frigoríficos exportadores pasaban un momento muy difícil porque no había disponibilidad suficiente de novillos pesados para el mercado externo y a causa del alto valor relativo de la hacienda respecto de otros países del Mercosur. Entonces logramos implementar un reintegro a la exportación para ayudar a un sector en crisis”, aseguró.
“La cuota Hilton no se podía cumplir porque no había novillos pesados suficientes y este año empezaron a aparecer y prácticamente se pudo completar la cuota Hilton (del ciclo comercial 2017/18)”, añadió.
En referencia a su futuro político, Buryaile indicó que, junto con un diputado nacional, cinco diputados provinciales y más de diez concejales formoseños, está trabajando “para que a Cambiemos le vaya bien en 2019 y, en ese marco, estamos listos para estar dónde tengamos que estar”.
Fuente: Valor Soja