Los resultados ganaderos en el último trimestre empeoraron por el aumento de los costos en suplementos, sanidad y otros insumos dolarizados y las actividades de engorde registraron un período muy poco alentador (con resultados negativos en engorde a corral). Así, la perspectiva del año se complica, ya que tradicionalmente en el segundo semestre empeoran. Esto es lo que sostiene el último informe ganadero del Ministerio de Agroindustria de la Nación.
El trabajo de Amílcar Arzubi; Ruy Vidal y Jorge Moares señala, sin embargo, que este mes la hacienda gorda subió y la relación compraventa se acomodó en valores cercanos a 1,15, lo que permite ser más optimistas respecto de la recuperación de las actividades de engorde más acorde con la época del año.
En mayo -después de varios meses de estancamiento- la hacienda en Liniers repuntó 9% respecto a abril y en junio siguió la tendencia alcista. Entre las explicaciones se cuentan el continuado tiempo lluvioso que dificultó el abastecimiento, la devaluación del peso (24% entre enero y mayo), las altas tasas de interés y el descalce con el precio del ternero de invernada.
Todos estos factores contribuyeron a establecer lo que parece ser el nuevo piso del precio del kilo vivo, pero todavía queda por saber si se trasladará a consumidores en un mercado con caída del poder adquisitivo.
El reporte de Agroindustria señala que la última etapa de la zafra de terneros, el precio (especialmente los machos) comenzó a recuperarse, motorizado por su escasez y el buen estado de los campos que estimuló la demanda. El precio del maíz subió 30% en el último trimestre lo que complica los resultados del engorde a corral y las invernadas intensivas.
Los analistas apuntan que la situación debería favorecer el proceso de recría, que está complicado por la falta de verdeos y pasturas por la sequía.
Por otro lado, el porcentaje de hembras en la faena se “normalizó” (44,6% en mayo) respecto del inusual alto valor registrado en abril (46,32 %) y las exportaciones siguen en alza, con los envíos a China “como estrella”.
Planteos
Impulsan el alza los precios en dólares más bajos que los de los competidores, plantas frigoríficas trabajando a pleno y con buena rentabilidad y -al menos por ahora- escaso traslado al precio del novillo pesado.
En el centro-sudoeste de Buenos Aires -donde domina el ciclo ganadero completo- en el último trimestre hubo un efecto combinado de mejoras en los precios de los granos (excepto en soja) y devaluación del peso, lo que empujó los resultados al alza.
En la pampa subhúmeda los resultados se mantienen en valores bajos, con la invernada por debajo de lo esperable para esta época del año, en que la relación compra-venta suele estar en valores más favorables. Además, el aumento en el precio del maíz complicó la rentabilidad de los modelos más intensivos. Este mes se registró una suba del novillo mientras que el ternero de invernada se mantuvo sin mayores cambios, lo que permitiría un repunte a futuro.
Los márgenes brutos de la cría y ciclo completo tuvieron una leve baja respecto del trimestre pasado. Con la devaluación, algunos gastos de estructura atados al dólar registraron aumentos lo que redujo los resultados netos entre 10% y 15% para los modelos más productivos y en mayor proporción en los restantes.
Cuando vender
Los analistas plantean que, si se observan los precios medios de 2017 para cada categoría, hay una caída de los valores de venta de los animales conforme se incrementa el peso medio. Pasando los 140 kilos, cada kilogramo de incremento adicional obtenido por ternero “se paga mucho menos”.
Para los autores del trabajo, con los actuales niveles de precios, en todos los casos es conveniente hacer la recría, aunque se incurran en costos extras, ya que la diferencia de precio por vender un ternero de mayor peso es compensada por la mayor cantidad de kilos que se comercializan.
También plantean que debe evaluarse la relativa mayor complicación de colocar un ternero en el mercado en este mes y julio y, este año, debe añadirse a la ecuación el tema de la sequía, que de alguna manera provoca el movimiento inverso: se destetan y venden terneros más livianos que lo habitual debido a la falta de pasto.