Tras la sequía, la peor de los últimos 50 años, el campo se prepara para una siembra récord en la nueva campaña, 2018/2019, y para invertir US$10.100 millones.
Así se desprende de un informe que realizó la Bolsa de Comercio de Rosario.
Según la entidad, la siembra de granos alcanzará los 37,2 millones de hectáreas, una mejora del 3% con respecto al año pasado y un récord histórico.
De esa cifra, los seis principales cultivos, esto es maíz, soja, trigo, girasol, cebada y sorgo, ocuparán 34,4 millones de hectáreas y la inversión total rondará los 10.100 millones de dólares. Este desembolso representa un incremento del 5,2% con respecto a los 9600 millones de dólares invertidos el año pasado.
La soja crecerá en área un 1% (18,2 millones de hectáreas), el maíz un 2% (6,6 millones de hectáreas), el trigo un 10% (6 millones de hectáreas), el girasol un 1% (2 millones de hectáreas) y la cebada un 6% (900.000 hectáreas), entre otros cultivos.
Mientras la siembra de maíz demandará US$3000 millones, la de soja US$4550 millones, la de trigo US$1740, la de cebada US$270 millones, en tanto que la de girasol US$455 millones y la de sorgo US$156 millones.
En materia de producción, la Bolsa rosarina estima una cosecha total de 120 millones de toneladas, un 21% más tras la pérdida de producción por la sequía que afectó a la soja y el maíz (30 millones menos entre ambos cultivos).
“Las siembras permitirían obtener en la campaña 2018/2019 una producción total de granos de 120 millones de toneladas, muy por encima de los 99 millones de la campaña previa y el segundo mayor registro de la historia (el primer registro fue 127 millones de toneladas en 2016/2017)”, explicó la entidad.
Tras una campaña donde por la sequía el ingreso de divisas por exportaciones se estará reduciendo de 25.500 millones de dólares a poco más de US$17.000 millones, con la producción del ciclo 2018/2019 se espera que la entrada de divisas salte a US$26.400 millones.
“El principal aporte a la balanza comercial provendría del complejo sojero, responsable de más de 40 millones de toneladas de exportaciones entre poroto y subproductos, por un total de US$18.400 dólares (el 70% del total). El maíz, por su parte, despacharía unos 22,5 millones de toneladas por un total de US$4100 millones, o un 16% del ingreso de divisas del sector primario, en tanto que el complejo triguero embarcaría unos 13 millones de toneladas por un monto total en torno a los US$ 2700 millones (un 10% del total). El complejo girasol daría cuenta de otro 3% del valor de las exportaciones de granos y derivados, mientras que el restante 2% lo aportarán cebada y sorgo”, señaló la Bolsa rosarina.
En un año donde muchos productores quedaron con un quebranto por la sequía (se perdieron ingresos brutos por 7500 millones de dólares), los productores tendrán que recurrir a una mayor ayuda de financiamiento de terceros (bancos y proveedores de insumos).
El año pasado, el productor usó un 30% de financiamiento propio y el 70% fue de terceros. Ahora, un 20% será propio y un 80% de terceros.
“De los US$10.000 millones que deberán invertirse para las siembras de los seis principales cultivos, la proporción a cubrir con fondos propios del sector productivo caería en relación a campañas pasadas frente al rojo que dejó la campaña 2017/18 en sus cuentas. Así, se estima que sólo un 20% o US$2020 millones se cubrirán con recursos propios en tanto que US$8000 millones deberán financiarse con crédito bancario o crédito comercial”, señaló el trabajo.
Para la entidad, el crédito bancario aportaría US$3100 millones, en tanto que el comercial (corredores, acopios, cooperativas, proveedores de insumos y traders) otros US$5000 millones.