Productividad y calidad de la soja en la zona núcleo sojera

La característica principal de la presente campaña sojera fue la extremada sequía con altas temperaturas y estrés calórico que afectó al cultivo en la etapa más importante que es la de formación, desarrollo y llenado de grano. Fue el verano más seco en 50 años afectando la productividad y la calidad de los granos, haciendo que las estimaciones de producción nacional estén en alrededor de 21 millones de toneladas menos que la cosecha anterior que fue de 58,5 millones de toneladas. La Bolsa de Comercio de Rosario al 16 de mayo está estimando una producción de 37,03 millones de toneladas.

Los problemas en esta campaña continuaron ya que las sojas tardías y de segunda siembra que sufrieron la sequía y que no pudieron ser cosechadas antes de las lluvias de abril y principios de mayo, luego padecieron los excesos de humedad por el temporal.

Con la persistencia de días sucesivos de alta humedad ambiente y temperaturas cálidas apareció otro problema, el de apertura de vainas, desgrane, brotado y desarrollo de enfermedades con 3 millones de hectáreas comprometidas. Las principales regiones productoras presentaron mermas en sus rendimientos, estimándose en forma preliminar hasta que finalice la cosecha en todo el país, un rinde promedio nacional en 22,2 qq/ha (BCR, 16/5/18).

Los rendimientos fueron casi 10 qq/ha menos que los de las dos últimas campañas, con variabilidad entre zonas y dentro de cada región.

Según la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), sólo la región núcleo muestra promedios interesantes, en torno a 34,5 qq/ha, en soja de primera que pudo aprovechar el agua acumulada en primavera y las napas altas. Las pérdidas más importantes se estiman en soja de segunda en toda la región pampeana. Con registros pluviométricos que acusaron los valores más bajos de los últimos 11 años, produjeron hectáreas perdidas y lotes a cosecharse con rindes entre un 25 a 30% por debajo del ciclo anterior.

Córdoba sería una de las provincias más afectadas, sobre todo en la zona centro-norte, con un pronóstico de producción de 7,9 millones de toneladas, un 40% menos que la campaña anterior y el segundo tonelaje más bajo de las últimas 10 campañas. Las principal causa es el rinde promedio estimado de 20,3 qq/ha, un 38% inferior al ciclo 2016/17. En la zona de los departamentos del sudeste cordobés los rindes en soja de primera fueron muy buenos, con lotes de 50 y 60 qq/ha. La soja de segunda siembra fue la más afectada con caídas muy significativas en los rindes y la calidad del grano, incluso con algunos lotes que no se llegaron a cosechar (DIA-BCCBA).

Además de Córdoba, también sufrieron disminución de producción en relación a la campaña 2016/17 la provincia de Buenos Aires con casi 700 mil toneladas menos, Santa Fe con mermas de 400 mil toneladas, Entre Ríos con reducción de 300 mil y en el norte del país se descuentan más de 400 mil toneladas (GEA). Desde hace 21 años el personal del Laboratorio de Calidad Industrial y Valor Agregado de Cereales y Oleaginosas de INTA Marcos Juárez realiza un muestreo durante la cosecha de soja en acopios y cooperativas de la zona núcleo sojera con el objeto de conocer la calidad de la cosecha de cada año. Se muestrearon 989.000 toneladas entre soja de 1ª y 2ª siembra, siendo difícil diferenciar la soja de 2ª por el atraso en la cosecha de la soja de 1ª debido a la heterogeneidad en la maduración de los distintos lotes, con lotes de primera atrasados cosechándose en el mismo momento que lotes de soja de segunda siembra. Comenzado el temporal de fines de abril y comienzo de mayo, los lotes que no habían sido cosechados sufrieron un daño manifiesto de su calidad, habiendo quedado pendiente del muestreo de soja de 2ª solo la zona norte de provincia de Buenos Aires, aunque hubo daño en todo la zona núcleo por brotado en lotes pendientes de cosecha.

Calidad Comercial e Industrial

La problemática de la calidad industrial de la presente campaña sojera radica en las dificultades que puede tener la industria para el procesamiento de granos con distinto grado de daño dependiendo de las zonas de origen, de la fecha de siembra y de la variedad.

En general se observa heterogeneidad de tamaño de grano, con tendencia a pequeño, pero de buen aspecto y color levemente verde, apenas perceptible, secos y duros. Es una generalidad en soja de 1ª en la zona muestreada. En soja de 2ª el daño en llenado de gano fue mayor, con granos pequeños, de diferente calibre, mayor presencia de granos verdes y granos brotados después del temporal. Foto 1 y 2

En las partidas de soja cosechadas después del temporal con mucho daño, será difícil su procesado industrial, ya que agravaría el problema de clorofila en los aceites. Se sugiere a los acopios no mezclar soja antes y después del temporal porque estarían desmejorando mucho la calidad, con incrementos en los castigos por granos dañados, granos verdes, etc

La baja humedad de los granos a cosecha fue otro aspecto desfavorable para el productor y la industria con un promedio de 10,1% en relación a 13,0% de la campaña 16/17. Esto dificulta el descascarado a nivel industrial y al productor lo perjudica en menos kilos al vender, ya que más agua en el grano representa mayor tonelaje para el mismo grano, siempre dentro de la tolerancia de recibo del 13,5%. Esto contribuyo a incrementar la dureza de los granos que dificulta el descascarado, incidiendo directamente en el nivel proteico de las harinas proteicas High-Pro, principal producto de nuestras exportaciones sojeras al exterior. Esto exigirá un manejo diferencial y costos extras de producción.

Respecto de granos dañados antes del temporal, el porcentaje en soja de 1ª fue de 1,6% con máximos de 7,9% y mínimos de 0,1%. El porcentaje promedio en soja de 2ª fue de 3,9% con mínimos de 0,2% y máximo de 12,3%.

En sojas de 1ª tardías y sobre de todo de 2ª que no alcanzaron a cosecharse antes del temporal, el daño por brotado es muy importante, habiendo lotes que no podrán levantarse causando mayores pérdidas económicas no sólo a los productores sino al país, ya que tiene incidencia directa sobre las exportaciones. Foto 2 y 3.

El porcentaje de granos dañados después del temporal, fue superior a la campaña 15/16 que fue de 11,1% con máximos de 83%. Si se almacenan estos granos, debido a la alta humedad serán susceptibles del ataque de hongos, bacterias y levaduras, con efectos nocivos de la actividad fúngica, entre los que se menciona el desarrollo de micotoxinas de gran importancia en la salud animal y humana (Santa Juliana, 2018).

La norma de comercialización vigente para soja (NORMA XVII) contempla estas alteraciones dentro del rubro granos dañados, que incluye a los granos brotados, fermentados y ardidos, por calor o podridos. Establece como base de recibo y tolerancia un 5,0 % de granos dañados. Los castigos para aquellos lotes que superen el 5,0% es a razón del 1,0% por cada por ciento o fracción proporcional.

El grano verde presentó un porcentaje de 3,8% en promedio en soja de 1ª con máximos de 17,2% y mínimos de 0,4% semejantes a la campaña 11/12. En soja de 2ª siembra el porcentaje de grano verde fue de 4,6%. El promedio general de soja de 1ª y 2ª fue de 4,1% versus 0,8% de la campaña 16/17.

La presencia de granos verdes ocasiona inconvenientes en los procesos de industrialización de soja, ya que a la obtención de aceite se le transfiere la coloración verde y en la producción de harinas aparecen valores mayores de residual de materia grasa.

De acuerdo a la Norma XVII de comercialización de soja, Nº 151/2008, la base de comercialización es del 5% y se rebajará a razón de 0,2% por cada porciento o fracción proporcional, con una tolerancia de recibo del 10% para grano verde.

El poder germinativo es bueno, con lotes superando el 80% y 90% por el buen estado sanitario de los granos (Gülde, Agroverdad, 30/4/18), aunque el productor deberá controlar el poder germinativo de sus semillas ya que puede variar según zonas.

Para conocer la calidad industrial se determinó cantidad de proteína y aceite (materia grasa) en el grano de soja, observándose una baja de 2,0% en el contenido de proteína en relación a las dos cosechas pasadas que también fueron bajas.

Con un promedio de proteína de 34,0% sobre base seca, fue el valor más bajo en soja de primera de los 21 años de muestreo en acopios y cooperativas de la región central del país. En soja de 2ª la proteína fue de 35,4%, también baja aunque superando en 1,4% a la soja de 1ª como era de esperar, con máximos de 38,0%. En muestras con distintos porcentajes de granos dañados, sobre todo aquellas con alto porcentaje de daño, el contenido de proteínas fue más alto que en un grano normal.

Tanto proteína como aceite se relacionan con el rendimiento, bajando la proteína cuando se incrementa el rinde y subiendo el aceite con el mayor rendimiento de grano. En esta campaña se esperaba por las menores productividades en grano, una suba en el nivel proteico en relación a las últimas campañas sojeras, cosa que no ocurrió por efecto del estrés hídrico y calórico que influyó en un llenado deficiente y que afectó a la baja a ambos parámetros: rendimiento y proteína.

El contenido de aceite en soja de 1ª fue de 24,1% y se mantuvo semejante a la cosecha anterior 2016/17 que fue de 23,7%. En soja de 2ª el promedio fue de 22,4%. El contenido de aceite también se incrementó en las muestras dañadas después del temporal en relación a la soja normal de antes del temporal. El aumento de aceite fue acompañado por un aumento significativo de la acidez debido al desarrollo de hongos que afectaron la acidez normal de los aceites que se debe ubicar en torno del 1%, encontrándose en las muestras muy dañadas cercana al 4-5%.

PROFAT

El PROFAT (sumatoria de Proteína+Aceite), en esta cosecha fue para soja de 1ª de 58,1% (59,7% campaña 16/17) y para soja de 2ª de 57,8 (60,1% de la campaña 16/17), con un promedio para el año de 58,0% (59,9% campaña 16/17), inferior en 3% al promedio de 21 años que fue de 61,0%.

Conclusiones

  • La producción nacional se estima en 37,03 millones de toneladas, cifra aún a ajustar cuando finalice la cosecha en todo el país.
  • Los rendimientos en grano de la campaña 2017/18 fueron inferiores a los esperados, con un rinde promedio nacional que se estima a la fecha en alrededor de 22,2 qq/ha
  • El contenido de proteína con un valor de 34,6% fue el más bajo en 21 años, siendo el promedio en este período de 38,2%.
  • El promedio de proteína en soja de 1ª fue de 34,0% un 2,0% inferior a la campaña 16/17 y en soja de 2ª de 35,4% un 2,1% inferior a la campaña anterior, con una diferencia entre ambas de 1,4 % a favor de soja de 2ª, con mínimo de 32,9% y máximo de 38,0%.
  • El contenido de aceite fue alto como ocurre todos los años, con 23,4% de promedio, siendo en soja de 1ª de 24,1% y en soja de 2ª de 22,4 %.
  • El PROFAT promedio fue de 58,0% valor inferior a las tres campañas anteriores y al promedio de 21 años que fue de 61,0%.

 

Fuente: INTA por Martha Beatriz Cuniberti, Rosana Mercedes Herrero, Leticia Raquel Mir, Eugenia Chialvo, Omar Alfredo Berra, Susana María Macagno, María Soledad Pronotti, Gustavo José Mansilla