Con analogía futbolera, Javier “Chiqui” Latorre describe la fortaleza de los Baguette 750, Baguette 680 y Baguette 450, las novedades para el nuevo ciclo.
Finalizando una campaña gruesa complicada en primera medida por sequía, y ahora enfrentando una cosecha con excesos de agua, los productores ponen su mirada en la campaña fina. “Si se recuperan los perfiles y continúan estos precios, se va a sembrar trigo hasta en la banquina”, pronostica el gerente de Desarrollo de Producto de Nidera en la provincia de Buenos Aires, Javier “Chiqui” Latorre, quien recuerda que en la última campaña el rinde promedio fue de 32,2 quintales por hectárea con una baja del 1,3% producto de excesos de agua, temperaturas más cálidas y presión de enfermedades como roya amarilla.
Para este año, Nidera Semillas afrontará el desafío con un portfolio que abarca unos 6 materiales entre novedades y clásicos. Aunque el foco estará en lo que Latorre llama “el tridente ofensivo”, compuesto por los Baguette 750, Baguette 680 y Baguette 450. “Los Baguette 680 y Baguette 450 son dos grandes lanzamientos”, detalla Latorre, quien además adelanta que para la próxima campaña preparan como novedad el Baguette 620.
El Baguette 750, explica, parte de la necesidad de tener un trigo Grupo 2 de Calidad con buen comportamiento frente a enfermedades. “Es un trigo de ciclo intermedio-largo que puede abarcar toda la provincia de Buenos Aires. Hay que prestarle mucha atención al momento de siembra, que recomendamos sea lo más temprano posible, porque debe cumplir ciertos requerimientos de frío. En el sur, entre las dos fechas patrias del 25 de mayo y 20 de junio. Cuando te vas hacia la zona central, recomendamos que sea desde el 10 de mayo hasta el 10 de junio. La densidad justa es de entre 280 y 300 plantas por metro cuadrado. En cuanto a fertilización, es un trigo de alto potencial que requiere de 27/30 kilos de N por tonelada producida”, detalla.
Asimismo, Latorre destaca del Baguette 750 su gran estructura de planta, el buen comportamiento sanitario y su peso hectolítrico de 79,5. “El año pasado, cuando estaban cerradas las exportaciones en los puertos de Quequén y Bahía, el peso hectolítrico era una condición clave para poder venderse. Además, el material tuvo una muy buena nota frente a las royas negra, anaranjada y amarilla”, destaca.
En cuanto al Baguette 680, el especialista remarca que es un Grupo de Calidad 2 y ciclo intermedio, de entre 124 y 154 días a madurez fisiológica. Las zonas óptimas para implantarlo son provincia de Buenos Aires, sur de Córdoba y sur de Santa Fe. “Tiene una gran adaptación con bajo requerimiento de frío, lo que permite una fecha de siembra más flexible. En el sur de Santa Fe podés sembrarlo desde el 1 de mayo hasta la primera semana de junio. Cuando te vas más abajo, en la Cuenca del Salado (Colón, Rojas, Pergamino, Chivilcoy y Salto) podes empezar desde el 10 de mayo hasta fines de junio, abarcando un abanico de 50 días. Mientras que en el Sur, debajo de la Cuenca del Salado, comienza en los últimos días de mayo y podes meterte quizá en la primera semana de julio. Por último, en la sub zona 4 de alto rendimiento, sería a mediados de junio la fecha óptima”.
Con un peso hectolítrico de 79, el Baguette 680 puede alcanzar mejores rindes que el Baguette 750, pero requiere de un mayor monitoreo sanitario, sobre todo en roya amarilla. “En el sur bonaerense estos materiales pueden rendir más de 7000 kilos por hectárea con una estructura de planta más pequeña. Es ideal para los productores que luego quieran hacer soja de segunda”.
Ya centrándose en las características principales del Baguette 450, Latorre describe que es Grupo de Calidad 1 con alto nivel de proteínas y un peso hectolítrico de 80. “Es un trigo donde hay que manejar muy bien los tiempos de siembra, porque al ser ultra corto no te podés adelantar mucho en la fecha. En la zona triguera II-Norte (sur de Santa Fe y sudeste de Córdoba), es para sembrarlo en el mes de julio. En la V Norte (centro-norte de Córdoba), abarcaría desde el 15 o 20 de junio hasta todo julio. Mientras que en el sur de Buenos Aires todo julio hasta un poco de agosto. Si venís de una soja que la cosechaste tarde, este es un trigo ideal para sembrarlo. Los ambientes productivos pueden ir desde bajo hasta alto. Está un paso atrás en cuanto a potencialidad. Tiene un rinde más bajo al ser un ciclo corto, pero que es compensado por su alta calidad”.
En ese sentido, Latorre destacó la labor que durante los últimos años han realizado en Nidera para el mejoramiento de sus materiales. “Si bien históricamente trabajamos más en los ciclos largos, ahora estamos enfocándonos en todo tipo de ciclos, por eso nació el Baguette 450 por ejemplo. Antes teníamos trigos más atados a la vernalización mientras que ahora influye más la reacción fotoperiódica. Eso significa más plasticidad en la fecha de siembra. Por otro lado, también seguimos avanzando en el tema de la calidad y ya tenemos nuestro primer Grupo 1. Ponemos énfasis en definir el ambiente y el manejo de cada producto para conducirlo al mejor puerto posible”, concluye el experto.