El modelo productivo CBI (Cría Bovina Intensiva) tiene muchos años de validación en campos de productores de la zona núcleo del sur de Santa Fe. Fue desarrollado en condiciones reales de producción, teniendo en cuenta inicialmente la situación que atravesaban los productores con campos de aptitud agrícola, o sea un profundo proceso de agriculturización disminuyendo o abandonando la implantación de pasturas y la producción ganadera pastoril, perdiendo por lo tanto sustentabilidad en los sistemas de producción. Desde INTA Venado Tuerto la propuesta fue volver a sistemas de producción mixtos o agrícola-ganaderos competitivos.
Entonces, la actividad ganadera debía ser competitiva tanto desde la producción física como también de su resultado económico. En esta propuesta la conservación del suelo pasó a ser un objetivo central, para ello se propuso la rotación con pasturas entre ciclos agrícolas y bajo pastoreo directo con rodeos de cría. Para cumplir estos objetivos fue necesario manejar elevadas cargas (5 vacas/ha) sobre pasturas de alfalfa, festuca y cebadilla de alta producción, y pastoreando los rastrojos de maíz y de soja (Correa Luna, INTA 2002).
Durante los primeros años (2000-2008) durante el período de lactancia y servicio (primavera-verano), los vientres de cría para cubrir sus máximos requerimientos nutricionales tenían como único recurso forrajero pasturas base alfalfa con gramíneas. Pastoreando rastrojos de maíz y de soja en forma inmediata a la cosecha de los cultivos agrícolas cuando las vacas estaban secas.
Al no aplicar herbicidas o no hacer “barbecho químico” en el manejo de los cultivos agrícolas, en los rastrojos se permitía el crecimiento de especies vegetales invernales naturales o RNFI (Recursos Naturales Forrajeros de Invierno) como Stellaria media (Capiquí), Bowlesia incana (Perejillo), Lamium amplexicaule (Ortiga mansa), etc. manteniendo raíces vivas todo el año. De esta manera los rodeos de cría durante el período de “vacas secas”, con mínimas necesidades nutricionales, se mantenían solo con residuos agrícolas de maíz y soja con sus RNFI durante otoño-invierno. Los pastoreos de rastrojos eran manejados con bajas cargas (1 vaca/ha).
Fuente: Prensa INTA Oliveros