El Ing. Agr. Ignacio Terrile, del INTA Pergamino, brinda su visión sobre la próxima campaña triguera.
La sequía estival y los interesantes rendimientos de trigo de la campaña pasada llevan a que productores y asesores a preguntarse cómo analizar las variables existentes que van desde lo ecónomo hasta el planteo agronómico.
“En referencia al factor económico, éste año, los pronósticos son muy buenos ya que el valor por tonelada de trigo a enero, que es cuando se va a vender la nueva cosecha, son muy positivos y están por encima de lo histórico (…) y la relación insumo-producto por los precios de los fertilizantes que es uno de los principales costos a asumir en la producción la relación es favorable” sostiene el Ing. Agr. Terrile.
No obstante el panorama que dejó la seca estival condiciona el escenario y lleva a observar con sumo interés el perfil del suelo. El agua acumulada que explicaría en la zona de Pergamino explicaría, hasta el 50% del rendimiento. De allí la relevancia de conocer los indicadores de la napa freática ya que la acumulación de agua será necesarias hasta que lleguen las lluvias primaverales.
Comenzó a llover en distintas zonas de la región y el Ing. Agr. Terrile brinda una base para considerar a la hora de decidir de hacer o no el cultivo de trigo en la zona “…lo óptimo sería que lloviera entre 100 y 120 milímetros para que los cultivos se nutran del perfil que se acumule hasta la primavera.”
Para finalizar con las perspectivas, éste año, la intensión de siembra de trigo va en aumento en relación a las campañas anteriores. Estaría llegando a la media histórica de los seis millones de hectáreas sembradas en toda la Argentina.
Fuente: INTA