Los departamentos Río Cuarto y Juárez Celman aparecen entre los más complicados. Dicen que es imperiosa la necesidad de lluvias para evitar mayores pérdidas. El maíz, peor que la soja.
La mitad de las hectáreas productivas de Córdoba está bajo el impacto de la fuerte sequía que alcanza a toda la zona central del país. En el momento crítico de definición de rindes de soja y maíz en la provincia, la espera por las lluvias va llegando a su límite máximo.
En total se estiman que hay 4 millones de hectáreas con estrés hídrico, que podría traducirse con falta de agua durante un período prolongado y ante un proceso de altas temperaturas que sólo dieron respiro en las jornadas de carnaval. La demanda de agua en el ambiente es máximo y la disponibilidad de humedad, mínima. A eso se le suma el viento que en las últimas jornadas también tuvo una importante presencia. Esa combinación está provocando daños en los cultivos que intentan sortear el arranque de año más seco de las últimas campañas. El cambio de ciclo ya es evidente.
Los especialistas advierten por estas horas que “el estrés hídrico no quiere decir que estamos ante un escenario de pérdida total. Es posible que si las lluvias aparecen, podamos ver una recuperación, especialmente en Córdoba que tiene tiempos diferentes a los que se pueden dar en Buenos Aires o Santa Fe”, explicó a PUNTAL la responsable del Departamento de Información Agroeconómica de la Bolsa de Cereales de Córdoba, Silvina Fiant.
La especialista explicó que la siembra en Córdoba es más tardía que en la Pampa Húmeda y que por lo tanto hay un margen adicional para definir rindes. Incluso, Fiant advirtió que seguramente habrá pérdida de rindes en la provincia pero eso no necesariamente implicará una menor cosecha que la del ciclo previo. “Eso puede darse porque el año pasado tuvimos inundaciones que generaron pérdidas totales, no como la sequía. Y además, hay un crecimiento de las hectáreas de maíz, que llegaron a 2,4 millones”, puntualizó.
Sin embargo, entre los cultivos, el maíz está sufriendo las peores consecuencias de la falta de agua. “La soja tiene otras características y mayor capacidad de resistencia. Puntualmente en el sudeste, el cereal presenta la situación más crítica, en particular porque se sembró más temprano. De todos modos, de los 2,4 millones de hectáreas que en la provincia ocupa ese cultivo, unas 800 mil corresponden a siembras tempranas y la mitad de esa superficie está en el sudeste.
En la Pampa Húmeda, la fuerte sequía de enero ya empezó a definir resultados a la baja en los lotes.
En cuanto a la región, Fiant afirmó que los departamentos Río Cuarto y Juárez Celman están con severa falta de agua. La ingeniera agrónoma de la Bolsa de Cereales de Córdoba indicó que “en esos departamentos hay escasa reserva en suelo y niveles de precipitaciones bajos en las últimas semanas de acuerdo a los últimos informes de la Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA)” dependiente del Ministerio de Agroindustria de la Nación.
Con respecto a cuánto tiempo más pueden esperar los cultivos un aporte importante de agua, Fiant destacó que “urge que lleguen lluvias y ojalá que las tormentas que están anunciadas para estos días terminen concretándose. De todos modos, la respuesta depende mucho de los híbridos que se utilicen y las características del suelo. Pero en general hay una importante necesidad de agua en toda la provincia”, indicó la especialista.