La industria molinera le pidió al Gobierno nacional que analice una suba en los reintegros por la exportación de harina de trigo, que en 2017 se concentraron en Brasil y Bolivia, ante la perspectiva de exportar también a áfrica.
En el marco de la flamante Mesa de Competitividad del Trigo, que se reunió por primera vez la semana pasada, la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM) presentó una iniciativa para duplicar las exportaciones de harina de trigo, que rondaron unas 750 mil toneladas en 2017, mediante una agresiva campaña para poder vender el producto en el continente africano.
Diego Cifarelli, presidente de la FAIM, explicó que en la actualidad, debido a la escasa competitividad de la Argentina en los mercados internacionales, el 97% de los embarques de harina se concentran en los países limítrofes (en especial Brasil y Bolivia), cuando en África existe un mercado de cerca de tres millones de toneladas anuales en los que la Argentina casi no participa.
El industrial estimó que la Argentina podría colocar allí hasta un millón de toneladas de harina.
Hasta noviembre pasado, el sector molinero había exportado 690.996 toneladas de harinas bajo tres diversas posiciones arancelarias, y dentro de este total, los envíos a países africanos eran marginales: 6.000 toneladas a Angola, unas 1.500 a la República Democrática del Congo y sólo 112 toneladas a Sierra Leona.
Cifarelli explicó que en el último año la Argentina pudo volver a ubicarse dentro del “club de los cinco” mayores exportadores de harina de trigo, pero que difícilmente podrá superar exportaciones anuales por más de un millón de toneladas si no hace pie en el cada vez más demandante mercado africano.
“Tenemos un claro objetivo que es conquistar el continente africano, donde se comercializan tres millones de toneladas de harina al año, y donde Turquía y Kazajistán son líderes por una razón de costos”, explicó el directivo de esa industria.
El mercado está y la Argentina tiene los fierros y la materia prima de calidad para exportar un millón de toneladas de harina adicional”, aseguró.
Actualmente los embarques de harina de trigo tienen un reintegro del 3%, uno de los más reducidos de la industria alimenticia, y en la primera reunión de la Mesa de Trigo, la FAIM pidió al ministro de Agroindustria, Luis Etchevehere, que se analice la posibilidad de incrementar dicho reintegro para que el producto pueda ser competitivo en los mercados de ultramar.