Los mapas de milímetros acumulados volvieron a mostrar lluvias a bajas escalas. El patrón seco sigue activo en la región pampeana.
Las áreas más necesitadas del centro y norte bonaerense son las que menos recibieron agua: quedaron por debajo de los 10 mm. La posibilidad de revertir los daños productivos en maíces y soja sufrió un nuevo revés ante otra falla de los pronósticos más optimistas.
Hace una semana se comentaba de una gran tormenta que repondría el agua y la condición de los cultivos de la región pampeana. Sin embargo, no había ningún cambio de fondo en la atmósfera que permitiese suponer el fin de este ciclo pluviométrico. Este giro climático que se inició en noviembre del 2017 y ha puesto sobre todo a Buenos Aires en una situación de gran vulnerabilidad productiva, sigue vigente.
El ciclo de frentes fríos que entran por el sur del país, a pesar de ser frentes que generan un gran contraste térmico, no cuentan con la carga de agua adecuada para generar lluvias abundantes a gran escala. Se trata de frentes secos, si no encuentran humedad a su paso, no generan lluvias. A día de hoy no se observa a corto plazo un cambio en estos mecanismos que hoy producen las lluvias que recibe Argentina. Algunos están hablando de un “efecto de cambio de quincena” que supondría una mejora, pero actualmente no hay ningún fundamento técnico para sostener esta proyección.
80% de la región núcleo recibió menos de 20 mm
El mapa de lluvias de la región núcleo vuelve a lucir como un campo minado, mostrando tres focos de agua muy acotados que han dejado por fuera al 80 % del área de acumulados importantes.
Las lluvias no fueron lo que se esperaban, ni siquiera en Córdoba. Allí hubo zonas con 40 mm, como Colonia Almada que recibió 48 mm. Pero en los departamentos de Marcos Juárez y Unión las lluvias quedaron por debajo de los 20 mm.
En Santa Fe hubo registros mayores, se superaron los 80 mm. Se trata de un área limitada al centro sur de Santa Fe. Se destaca Zavalla con el mayor registro: 110 mm.
Gran parte del norte bonaerense volvió a quedar de lado. En áreas donde era fundamental que llueva se han acumulado en estas últimas 72 horas menos de 20 mm. Como es el caso de General Pinto donde llovió 3,6 mm, o de Villegas y Pergamino que midieron 8 mm. Salvo en Lincoln y Junín que acumularon 101 mm, y 91,2 mm respectivamente, o Ramallo que alcanzó los 50,8 mm, el resto del norte bonaerense sigue bajo sequía.
El patrón de lluvias convectivas es notorio: a pocos kilómetros las lluvias muestran una diferencia absoluta de valores. La gran heterogeneidad de precipitaciones profundiza el mosaico de condiciones que hoy tienen los cultivos de la región núcleo. Por ello, hay una alta preocupación. Hasta el jueves 11 de enero, unos 420 mil lotes de soja de primera estaban en condiciones regulares, al igual que un 15% de los maíces de primera en la región.
Entre el miércoles y el jueves próximo se esperan nuevas lluvias sobre la región núcleo. Por ahora, todo indica que se trataría de lluvias de montos menores, aunque en algunos casos aislados podrían recibirse acumulados más interesantes.
Fuente: GEA