Un trabajo muestra que, en 2017, los precios de productos como el novillo, el ternero, la soja y el maíz perdieron contra la inflación.
Los productos agropecuarios, el año pasado, perdieron contra la inflación. En base a una evolución de precios que acumuló un alza del 24%, detrás quedaron el novillo que registró una mejora promedio del 16%; el ternero, con el 14%; la soja, con 8% y el maíz con 1%. Los datos se desprenden de un trabajo de la consultora Agroidea. La comparación es en precios nominales, sin ajuste por inflación.
Desde la institución, el especialista Fernando Gil explicó que el maíz -el peor de los casos- prácticamente no registró variaciones en su precio nominal a lo largo del año y la soja apenas tuvo movimiento.
“Los productos de la cosecha gruesa tuvieron peor evolución que los ganaderos, sus precios subieron menos y quedaron más rezagados respecto de la inflación”, describió. En el mix de costos, los que más se incrementaron fueron los vinculados a las labores, combustible y personal.
Gil enfatizó que la caída de rentabilidad no se recuperará en el mediano plazo. Proyectó sí para la ganadería una mejora en los precios del gordo para fines del verano a comienzos del otoño. “No será muy importante pero sí permitiría alcanzar niveles que permitan recuperar lo perdido en los últimos 18 meses”.
A la suba de los costos internos se le suman el impacto en el campo de los fenómenos climáticos de los últimos dos años, primero las inundaciones y en los últimos meses la sequía que retrasa la siembra de maíz y soja.
Se estima que quedan 2 millones de hectáreas de soja por sembrar, en especial en el norte del país. Hay lluvias pronosticadas y ese aporte de humedad será determinante para la expansión del proceso.
Frente a la pérdida de rentabilidad Gil apuntó que los productores están reconsiderando proyectos de inversión. “No siguen con el mismo ritmo fuerte que tenían en 2016; no es que estén parados, pero son menos fluidos”, dijo.
También enfatizó que si se mantienen las altas tasas de interés el financiamiento bancario seguirá siendo muy limitado. “En esas condiciones la toma de crédito es muy difícil o impracticable”, afirmó.
Fuente: La Nación | Por: Gabriela Origlia