Doble crimen en el campo: un trabajador rural mató a su mujer, a su hija y se suicidó

Doble crimen en el campo: un trabajador rural mató a su mujer, a su hija y se suicidó

Una tragedia conmociona a la localidad de Espigas, en el partido de Olavarría en la provincia de Buenos Aires: una mujer, su hija de 4 años y su pareja fueron hallados sin vida en una vivienda rural del establecimiento “El Rincón”, a pocos kilómetros de la Ruta Nacional 226. La investigación confirmó que se trató de un doble femicidio seguido de suicidio.

Las víctimas fueron identificadas como Daiana Soledad Contreras, de 34 años, su hija Iris Zendaya Uhart, de 4, y Miguel Ángel Romero, de 40 años, señalado como el autor del crimen. La familia residía en una de las tres casas del predio, donde vivían y trabajaban otros empleados rurales.

Fue la ausencia de Romero en su puesto laboral lo que activó la alarma entre sus compañeros. El encargado del campo, Walter José Valenzuela, se acercó a la casa al no obtener respuestas, y luego alertó a las autoridades. Al llegar, la policía se encontró con una escena desgarradora: los cuerpos de la mujer y la niña estaban abrazados.


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Según los primeros resultados forenses, Daiana murió por asfixia mecánica y la niña presentaba un traumatismo craneal con hundimiento de cráneo. Las estimaciones sitúan el momento de la tragedia en la tarde del miércoles, unas 17 horas antes del hallazgo.

Romero fue hallado sin vida en una habitación cerrada con llave desde adentro, en posición arrodillada, colgado con una faja sujeta al picaporte de una puerta. Tenía además una herida cortopunzante en el pecho, lo que lleva a pensar que intentó quitarse la vida primero con un cuchillo antes de ahorcarse.

La causa está a cargo de la fiscal Mariela Viceconte, de la Fiscalía de Violencia Familiar y de Género del Departamento Judicial de Azul. Tras reunir los elementos de prueba, la fiscalía caratuló el caso como doble homicidio agravado por femicidio en contexto de violencia de género seguido de suicidio.

En la escena no se hallaron signos de ingreso forzado ni indicios de participación de terceros. Se secuestraron tres teléfonos celulares, un cuchillo y la faja utilizada en el ahorcamiento como parte de la evidencia. Según los peritos, Romero habría atacado a Daiana por la espalda mientras sostenía a la niña en brazos.

Aunque la mujer había denunciado hechos de violencia en el pasado, esas denuncias estaban dirigidas a exparejas y no a Romero, quien no registraba antecedentes.

El caso deja al descubierto, una vez más, la urgencia de reforzar las redes de contención y prevención de la violencia de género, incluso en contextos rurales donde el aislamiento suele silenciar el peligro.

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