Gobernadores y empresarios del agro le exigen al Gobierno que baje retenciones y dé señales de previsibilidad

Gobernadores y empresarios del agro le exigen al Gobierno que baje retenciones y dé señales de previsibilidad

El campo volvió a alzar la voz. En un nuevo capítulo del reclamo fiscal, gobernadores de provincias productivas y referentes del agro redoblaron la presión sobre el Gobierno nacional para que reduzca o elimine los derechos de exportación. El pedido tiene una consigna clara: “Hacer patria bajando las retenciones”.

El reclamo ganó fuerza tras el anuncio del ministro de Economía, Luis Caputo, quien confirmó la extensión de la alícuota reducida para trigo y cebada —9,5% hasta marzo de 2026—. La medida fue bien recibida por el sector, pero quedó corta frente a la expectativa generalizada: que el recorte alcance también a la soja, el maíz, el girasol y el sorgo, y que se garantice previsibilidad impositiva para planificar inversiones y producción.

Actualmente, las exportaciones de trigo y cebada representan cerca de u$s 4.000 millones, lo que equivale al 5% del total exportado por Argentina. Sin embargo, otros granos, como la soja (33%) y el maíz (12%), aún enfrentan retenciones más elevadas, que podrían volver a subir en julio si no se prorroga la rebaja temporal.

El reclamo por una reducción más amplia resonó fuerte en el AmCham Summit 2025, donde los gobernadores de Córdoba, Martín Llaryora, y de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, pusieron sobre la mesa el peso fiscal que recae sobre el interior productivo.

“El Gobierno tiene que empezar haciendo patria bajando las retenciones”, disparó Llaryora. Y recordó que en 2024 los productores cordobeses aportaron u$s 3.500 millones por ese concepto.

Pullaro, por su parte, cuestionó el esquema actual:

“Cada año se pierden entre u$s 3.000 y u$s 4.000 millones que deberían quedar en nuestras economías regionales. Llevamos acumulados más de u$s 40.000 millones que, si se hubieran reinvertido en el interior, hoy estaríamos hablando de otro país”.

Ambos mandatarios remarcaron que las provincias aportan mucho más de lo que reciben en materia de coparticipación.


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⚠️ Expectativa, elecciones y señales al mercado

El fin del beneficio temporal —previsto para el 30 de junio— coincide con la campaña electoral, especialmente en la provincia de Buenos Aires, lo que agrega tensión política. En el sector sostienen que una vuelta atrás con las retenciones impactará directamente en la competitividad y en la decisión de liquidar granos.

“Con este tipo de cambio, sería suicida subir las retenciones”, señaló un empresario del sector agroindustrial.

Los fabricantes de maquinaria agrícola también encendieron luces de alerta. Aseguran que sin definiciones claras sobre la presión impositiva, será difícil sostener el ritmo de inversión y ventas. En el mismo tono, empresas de insumos químicos piden reglas estables para proyectar importaciones y abastecimiento.

Desde el comercio exterior, la CIARA-CEC (exportadores de granos) celebró la extensión de la alícuota reducida, pero advirtió que es insuficiente:

“Es el camino correcto. Pero hay que avanzar con los cultivos de la cosecha gruesa, que son clave para la economía argentina”.

En la misma línea, Diego Cifarelli (Federación de la Industria Molinera) pidió eliminar el tributo de forma definitiva. Y José Martins (Consejo Agroindustrial Argentino) advirtió que “la previsibilidad fiscal es esencial para alentar la siembra y las inversiones”.

Mientras tanto, el sector agropecuario sigue en compás de espera. Todos coinciden en algo: si el Gobierno quiere dar una señal clara al corazón productivo del país, las retenciones no pueden seguir siendo un obstáculo.

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