Senasa insta a extremar las medidas de bioseguridad tras detectarse un brote de influenza aviar en Brasil
Luego de que el Ministerio de Agricultura y Ganadería de Brasil (MAPA) confirmara la presencia de Influenza Aviar de Alta Patogenicidad (IAAP) en una granja de aves de corral ubicada en la localidad de Montenegro, en el estado de Río Grande do Sul, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) pidió al sector avícola argentino intensificar las acciones de prevención y vigilancia en los establecimientos comerciales del país.
El foco, detectado a unos 620 kilómetros de la frontera con Argentina, marca el primer caso de esta enfermedad en el circuito de producción avícola comercial de Brasil. Según indicó el MAPA, ya se han puesto en marcha los protocolos de contención y erradicación del brote.
Como respuesta inmediata, el Senasa suspendió de manera preventiva las importaciones de productos y subproductos de origen aviar procedentes de Brasil que se amparen en la condición de país libre de IAAP. No obstante, se permitirá el ingreso de genética aviar —aves de un día y huevos fértiles— siempre que provengan de compartimentos oficialmente reconocidos como libres del virus por el Senasa.
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En el contexto de la emergencia sanitaria vigente (Resolución Senasa N.º 147/2023), el organismo nacional recomendó a los establecimientos avícolas comerciales aplicar una serie de medidas para reducir el contacto entre aves silvestres y domésticas:
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Verificar y reforzar las mallas antipájaros.
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Incrementar la limpieza en zonas donde se acumule materia fecal de aves silvestres.
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Implementar buenas prácticas de manejo, higiene y bioseguridad, conforme a la Resolución Senasa N.º 1699/2019.
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Eliminar o minimizar cuerpos de agua estancada que puedan atraer aves silvestres.
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Evitar acciones que puedan perjudicar la fauna silvestre, como el uso de métodos disuasivos agresivos, la caza o la destrucción de hábitats.
A su vez, el Senasa recomendó a los productores de traspatio mantener a sus aves en espacios protegidos, realizar tareas regulares de limpieza y desinfección de los gallineros, utilizar vestimenta y calzado exclusivo para manipular a los animales, y restringir el acceso de aves silvestres a las fuentes de alimento y agua.
Desde enero, el Senasa y la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (Sagyp) han llevado a cabo talleres de capacitación destinados a productores avícolas comerciales. Estas actividades estuvieron enfocadas en fortalecer las prácticas de bioseguridad, reconocer síntomas clínicos compatibles con la enfermedad y conocer los pasos a seguir para notificar casos sospechosos.
Cabe destacar que la IAAP es una enfermedad de rápida diseminación, especialmente a través de aves migratorias silvestres, que actúan como reservorios naturales del virus. Su aparición representa una amenaza considerable para la industria avícola, tanto por el impacto sanitario como por las consecuencias económicas, incluyendo restricciones en los mercados internacionales.
Aunque no se puede detener el avance del virus en zonas frecuentadas por aves migratorias, es esencial reportar de forma inmediata cualquier sospecha al Senasa. Los signos clínicos a tener en cuenta incluyen: muertes repentinas; disminución significativa del consumo de alimento y agua; caída en la producción de huevos o deformidades en los mismos; inflamación en cabeza, cresta, barbilla o patas; secreciones nasales, dificultad respiratoria, tos; diarrea verdosa; síntomas neurológicos como temblores, parálisis o incoordinación; plumas erizadas y apatía general.
Fuente: SENASA