
Cosecha en pausa: lluvias récord paralizan el avance y encienden las alertas en el agro
La región núcleo volvió a ser el epicentro de un fenómeno climático que pone en jaque la campaña agrícola. Desde el jueves pasado, lluvias intensas y persistentes dejaron acumulados que superaron ampliamente los promedios esperados para esta época del año, afectando especialmente al noroeste bonaerense.
El impacto ya se hace sentir en los campos, donde miles de hectáreas de soja quedaron anegadas, justo cuando el grueso de la cosecha aún no había sido levantado. Según Cristian Russo, jefe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario, “el temporal dejó marcas históricas en algunas zonas”. En Chacabuco se registraron 378 milímetros, mientras que en Rojas y Junín los acumulados fueron de 250 y 225 milímetros, respectivamente.

Las consecuencias son múltiples: desde pérdidas de rendimiento hasta una parálisis operativa por falta de piso. “Más de dos tercios de la soja aún no había sido cosechada en varias áreas afectadas del norte y noreste bonaerense”, alertó Russo. El principal problema ahora es el tiempo que tardará en drenar el exceso de agua. “La duración del encharcamiento es clave para dimensionar el daño final en los lotes”, explicó.
Pero la lluvia no llegó sola. En localidades como Hipólito Yrigoyen se reportaron ráfagas intensas que provocaron destrozos puntuales por viento. “Fue un evento muy violento y generalizado”, subrayó Russo.
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El panorama no mejora en el corto plazo. El ingreso constante de aire húmedo desde el Atlántico mantiene activa la inestabilidad. “Todavía persisten lluvias y lloviznas, y mientras este sistema no se disipe, los problemas podrían extenderse varios días más”, agregó.

El campo, otra vez, enfrenta el desafío de adaptarse a un clima cada vez más extremo, mientras mira al cielo esperando una tregua que permita volver a las labores y evitar mayores pérdidas.
Fuente: GEA BCR