Desastre Agropecuario en el sur bonaerense
La sequía sigue dejando huella en el corazón agrícola del sudoeste bonaerense. El gobierno de Axel Kicillof oficializó la declaración de zona de “Emergencia y/o Desastre Agropecuario” para tres municipios severamente afectados: Puán, Tornquist y Villarino.
La medida, publicada en el Boletín Oficial, alcanza a explotaciones agrícolas, forestales y frutihortícolas, y extiende beneficios a las actividades ganaderas, tamberas y apícolas, que también arrastran pérdidas producto de una situación climática crítica que lleva años sin tregua.
Estas localidades, ubicadas a más de 600 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, integran el conocido “área de secano”: una región con déficit hídrico estructural, donde las lluvias escasean y las campañas agrícolas se ven comprometidas campaña tras campaña.
Exenciones impositivas y apoyo crediticio
Con esta declaración, los productores afectados podrán acceder a beneficios fiscales, como la exención del Impuesto Inmobiliario Rural, en proporción al grado de afectación que presenten sus explotaciones. Para acceder al alivio, deberán presentar una declaración jurada que certifique el impacto.
El decreto también convoca al Banco Provincia para que ponga en marcha líneas de crédito especiales o facilidades financieras, con el objetivo de ayudar a los productores a enfrentar el escenario de emergencia.
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Un golpe más a las economías regionales
La medida busca paliar —al menos en parte— las consecuencias de un fenómeno climático extremo y sostenido que viene golpeando fuerte a la región y que, según productores, no solo pone en riesgo las cosechas, sino también la continuidad de muchas explotaciones familiares.
La sequía, que ya afectó a miles de hectáreas productivas y redujo de forma drástica los rindes en campañas anteriores, no da respiro. Los campos secos, las pasturas quemadas y los recursos hídricos agotados son hoy parte del paisaje cotidiano en estos distritos rurales, donde la resiliencia de los productores choca cada vez más con la falta de agua y recursos.
¿Alcanzan las medidas?
Si bien el alivio fiscal y el respaldo financiero son bien recibidos, muchos productores cuestionan la demora en la implementación y la falta de políticas estructurales que apunten a largo plazo. “No alcanza con un decreto cada tanto. Necesitamos obras, planificación y acompañamiento real”, reclaman desde el sector.
La declaración de zona de desastre es un paso importante, pero en una región que convive con la sequía como parte de su normalidad, el verdadero desafío es pensar en soluciones que vayan más allá de la emergencia.
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