La madera de álamos en la construcción: un estudio del INTA

La madera de álamos en la construcción: un estudio del INTA

Un estudio realizado por investigadores del INTA ha revelado que la madera de álamos, cultivada en los valles irrigados del norte de la Patagonia, presenta características que la hacen apta para la construcción. Inicialmente, el álamo fue introducido para mitigar el impacto de condiciones climáticas adversas en la producción de frutas y hortalizas. Esto comenzó con la plantación de cortinas rompevientos, posteriormente se establecieron macizos forestales, llevando su producción a la fabricación de bins, pallets y cajones para la industria frutihortícola.

El equipo de especialistas del INTA, compuesto por investigadores de Bariloche y Alto Valle, evaluó la calidad estructural de la madera de diferentes especies y clones de álamos. Los resultados indicaron que la madera proveniente de estos árboles cumple con los requisitos establecidos por la normativa nacional para su uso en estructuras de construcción. El investigador Alejandro Martínez Meier destacó que el álamo tiene un buen desempeño de crecimiento en los valles patagónicos, aunque no todos los clones poseen las mismas propiedades.


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El estudio refuerza la importancia de seleccionar el clon adecuado, en función de las propiedades mecánicas de la madera, como la resistencia a la flexión y el módulo de elasticidad longitudinal. Las conclusiones apoyan los procesos productivos existentes en la construcción en madera y abren nuevas oportunidades para el desarrollo de la industria maderera en la Patagonia. Este enfoque sostenible promueve el uso de materiales renovables, mejorando la economía regional y generando nuevos mercados para la madera de álamos.

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