El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) se ha comprometido a impulsar mejoras en las condiciones higiénico-sanitarias durante el movimiento de animales. Este aspecto es crucial, ya que los vehículos que trasladan animales son considerados un factor de alto riesgo para la producción porcina, puesto que pueden diseminar enfermedades de un establecimiento a otro.
Para garantizar un ambiente seguro, es imprescindible que el transporte de animales no ingrese al establecimiento. Esto requiere la implementación de un perímetro de bioseguridad que funcione como barrera sanitaria, separando la “zona sucia” de la “zona limpia”. Este espacio puede ser tanto físico como sanitario y debe incluir un acceso donde se realicen cambios de botas, lavado de manos y desinfección mediante pediluvios.
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El personal responsable de cargar y descargar los animales debe utilizar indumentaria exclusiva, especialmente botas, que solo se emplearán en esta área. También es recomendable contar con una mochila desinfectante para aplicar antes de la carga de los animales al camión. Además, se debe solicitar al conductor del vehículo el certificado único de lavado y desinfección del transporte, garantizando que se cumplen los estándares higiénico-sanitarios requeridos. La limpieza debe llevarse a cabo en instalaciones habilitadas por SENASA, asegurando así la prevención de enfermedades como la Aujeszky y la brucelosis porcina.