Granja Tres Arroyos, la mayor productora de pollos del país, se encuentra en una situación crítica. La firma, liderada por Joaquín de Grazia, ha solicitado al gobierno un procedimiento preventivo de crisis (PPC), lo que incluye un posible recorte salarial del 21% o, en su defecto, el despido de 700 trabajadores en sus plantas. Esto ocurre en un contexto complicado para la industria avícola argentina, afectada por varios factores económicos.
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Las razones detrás del procedimiento preventivo de crisis
La decisión de Granja Tres Arroyos de implementar el PPC se debe a la falta de sostenibilidad económica. La compañía ha declarado que enfrenta serios sobrecostos operativos, agravados por la apreciación del tipo de cambio y la recesión prolongada. Además, las tensiones laborales han aumentado con la reciente devaluación en Brasil, que ha elevado la competencia en términos de costos laborales y precios de exportación.
Con 7.000 empleados y una producción diaria de 700.000 pollos, Granja Tres Arroyos representa el 20% de la producción nacional de aves. El impacto de una reducción de personal no solo afectaría a los trabajadores desvinculados, sino también a toda la cadena de suministro. Las negociaciones actuales con sindicatos son críticas; la empresa ha argumentado su necesidad de mantener la competitividad mientras los empleados luchan por la estabilidad laboral en medio de una industria ya debilitada.