El INTA Cerro Azul, en Misiones, se ha posicionado como un líder en el desarrollo y mejoramiento genético de la yerba mate. Con más de medio siglo de trayectoria, la estación experimental agropecuaria ha recorrido un camino significativo para fortalecer la productividad de este cultivo esencial.
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Innovaciones genéticas y nuevas variedades
A través de un innovador programa de mejoramiento genético, el INTA trabaja actualmente en el desarrollo de una nueva generación de plantas de yerba mate que promete incrementar la ganancia genética en un 30% comparado con las variedades existentes. Vanesa Schoffen, referente del programa, destacó que se han realizado rigurosas selecciones para crear un ranking genético que guía el proceso de cruzamiento de los mejores materiales.
La importancia de esta iniciativa radica no solo en el aumento del rendimiento, sino también en la adaptación de las variedades seleccionadas a diferentes condiciones ambientales. Esta capacidad adaptativa es crucial para los productores, ya que permite que las variedades expresen su máximo potencial en climas y suelos variables. A través de ensayos que han sido establecidos en distintos establecimientos, se está evaluando la interacción genotipo-ambiente, lo que es vital para asegurar el éxito a largo plazo de las nuevas variedades de yerba mate. Los productores deberán adoptar genéticas probadas, ya que estas plantas podrán estar en sus lotes durante al menos 30 años, haciendo que la elección sea vital para su productividad futura.