La reciente publicación de la resolución SENASA 1347/2024 en el boletín oficial de Argentina ha marcado un hito importante en la protección de los cultivos de girasol. Este documento establece medidas críticas para combatir la plaga de Orobanche cumana, actualmente ausente en el país pero detectada en Bolivia. La acción del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) busca fortalecer la seguridad alimentaria y evitar posibles pérdidas económicas en la producción local.
Ante la detección de Orobanche cumana en países vecinos, el SENASA ha declarado alerta fitosanitaria para todo el territorio argentino. Esto implica la obligación de reportar cualquier daño sospechoso y la creación de un comité técnico interinstitucional, presidido por la dirección nacional de protección vegetal.
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Este comité coordinará esfuerzos conjuntos entre el gobierno y el sector privado para asegurar una respuesta rápida y efectiva a cualquier eventual presencia de la plaga.
Orobanche cumana es una planta parásita que sustrae agua y nutrientes del girasol, causando su muerte y, por ende, grandes pérdidas en la producción de granos y semillas. Las diminutas semillas de esta plaga se dispersan fácilmente, lo que incrementa el riesgo de su ingreso a territorio nacional. Para evitar esta situación, el SENASA ha establecido requisitos fitosanitarios específicos para la importación de semillas provenientes de lugares donde la plaga ya está presente. La vigilancia y la comunicación son fundamentales para proteger la agricultura argentina.