Un reciente estudio del INTA ha resaltado la importancia de aplicar la combinación adecuada de nutrientes en los cultivos agrícolas. Esta estrategia no solo aumenta el rendimiento, sino que también optimiza el uso del agua, un recurso cada vez más preciado en la agricultura. La disponibilidad de agua útil es un factor determinante que influye directamente en el rendimiento de los cultivos y la productividad agrícola.
Aumento en la eficiencia del uso de agua
Durante años de sequía, se ha observado que la fertilización, especialmente con fósforo, puede incrementar los rendimientos de maíz hasta en un 34%. Hernán Ferrari, investigador del INTA Concepción del Uruguay, enfatiza que este aumento en la eficiencia significa que los cultivos fertilizados generan más kilogramos de grano por cada milímetro de agua disponible. Este beneficio es crucial en temporadas de escasez de precipitaciones.
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Los datos presentados en el estudio subrayan que la inversión en fertilización es esencial, incluso en condiciones de agua restrictivas. En años ‘niña’, la fertilización puede mejorar la eficiencia del uso del agua en un asombroso 73%. Esta mejora se traduce en un claro beneficio económico para los productores, haciendo que la fertilización no solo sea necesaria, sino que sea una herramienta estratégica para garantizar la rentabilidad y la productividad. En contraposición, las sanciones en años ‘niño’ o neutros presentan menores incrementos, pero aún son significativos, con aumentos de hasta un 7%.
