A un mes de las elecciones, Carlos Melconian, eventual ministro de Economía si la candidata de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, llega a la presidencia, dió una charla al celebrase un aniversario de Quinto Inversores, empresa que se encarga de administrar el patrimonio de particulares, a nivel local e internacional. Su disertación se enfocó en la situación económica actual y las dificultades que el país deberá atravesar durante la transición poselectoral y en el candidato presidencial de La Libertad Avanza, Javier Milei, a quien calificó como “un amigo”.
Melconian dijo que “el principal dato de la transición es que es una transición sin ningún ancla. En general, las transiciones presidenciales son complicadas, fundamentalmente porque la sociedad dolariza portafolios”, sostuvo, y agregó que a las dificultades de este año se le sumó una sequía que impactó fuerte en la economía, ya que se llevó casi un cuarto de la oferta exportadora de la Argentina.
El mercado cambiario, para el economista, cayó US$21.000 M por este motivo, por lo que las medidas debían encauzarse en disminuir las importaciones, usar las reservas y devaluar. “Es lo que hace la ‘economic policy’ de todo el mundo si viene un fenómeno de estos”, señaló Mercolnian.
Devaluación. Al respecto, Melconian se refirió al candidato presidencial oficialista y ministro de Economía, Sergio Massa, y destacó su plan para el futuro: patear la sequía y los vencimientos comerciales al próximo gobierno. “Hasta las 10 del día siguiente a las primarias no quiso devaluar. Inventa y posterga SIRAs porque no quiere parar la producción, casi que dice ‘que la pare el que viene’. Pero no se la vamos a dejar pasar. Ha pegado el cambio a 350, lo que lo va a llevar a devaluar en octubre, sin duda”, aseguró.
Respecto de la falta de reservas que sufre el Banco Central que, actualmente, es de menos US$14.000 M, Melconian “La Argentina es un país que si hubiera seguido la ruta latinoamericana de los últimos 10 años tendría que tener entre 70.000 u 80.000 millones de dólares de reserva. Imaginen una transición con esa cantidad”, exclamó.
En este sentido, también mencionó los asientos contables que realiza el Fondo Monetario Internacional (FMI), que es en lo que verdaderamente consisten los desembolsos. Precisó que un “desembolso de verdad” implica que “te aprieto de verdad en que no haya emisión, dejar de devaluar, no gastar reservas, como hizo con Macri, que lo llevó a la derrota electoral, pero dejó una herencia de colchones para el primer año (del gobierno siguiente)”.
Incógnita. En cuanto a los resultados de las elecciones primarias de agosto, Melconian las definió como un gran signo de interrogación, dado los porcentajes obtenidos por los tres principales candidatos, Javier Milei, de La Libertad Avanza; Patricia Bullrich, de Juntos por el cambio, y Sergio Massa, de Unión por la Patria.
“Todo el circo que se arma después es otra cosa. Hay que hacer el esfuerzo de no escuchar ninguna encuesta. El viernes previo a las elecciones daban tercero a Milei. Los encuestadores dicen en privado que estamos sin GPS. ¿Cómo pasaron de errar el viernes a decir que Milei puede ganar en primera vuelta? Qué sé yo”, enfatizó.
Más allá del contexto político, el economista expresó su deseo que, en diciembre, se dé una transición colaborativa, aunque no lo ve posible: “El primero que salió del esquema es Massa. Lo que hizo en los últimos 30 días implica lo contrario de una transición colaborativa. Todo el mundo está colaborando para que la transición colapse”, ironizó.
Pronóstico. Entre sus previsiones económicas, Melconian cree que el segundo tramo de los $5.000 M de yuanes no va a entrar al país porque, el primer tramo del préstamo Massa se los “dio a la demanda”: compraba dólares, y el neto, en lugar de recomponer los US$14.000 millones negativos, lo usó para vender en el MEP, “porque su obsesión es llegar con 100 de brecha”, sostuvo
También se refirió a la deuda secundaria por emisión indirecta: “El problema es que están emitiendo indirectamente para financiar al fisco, con cuestiones vinculadas a los encajes bancarios, la utilización de bonos por parte del sistema bancario y la recompra de bonos que se desprenden del sector privado. El mismo ‘chantajismo’ frente a la gente, que le dicen que están bajando impuestos, van a usarlo en la política económica”.
Respecto de la inflación, Melconian afirmó que el próximo gobierno seguramente tendrá que adecuar el tipo de cambio al valor de la tasa de inflación. Y comentó que, en términos de precios relativos, a él le preocupan más las correcciones que deben hacerse a las tarifas, y no tanto el tipo de cambio: “En el mundo se usa que las compañías tengan tarifas más bajas que los domicilios. También el impuesto a los ingresos [impuesto a las ganancias] es el más progresivo del planeta. Solo tres países no lo aplican, y esta gente acaba de sacarlo. El impuesto no solo no debería irse, sino que debería ser más caro para las personas que para las compañías”, explicó.
Inflación. Por otra parte, en su contienda ideológica con Massa, Melconian opinó que, dado el uso de los ingresos del impuesto PAIS a las importaciones para liberar “el resto de las cosas”, la emisión del año va a terminar cerca del 150%, lo que va a representar el piso inflacionario a afrontar el año que viene por el próximo Gobierno.
También se refirió al surgimiento de Javier Milei como una figura política, de quien sostuvo que es su amigo, pero que no sabe “qué puede venir de ahí, porque no tiene gente”. Al respecto, sostuvo que un equipo no se arma en 40 días, y explicó que no va a responder a las “boludeces con boludeces” al referirse a los dichos del libertario contra Melconian en numerosas ocasiones. “Ahora creo que le agarró miedo de que puede ganar. Tenés que tener gente que sabe, vos tenés que ser el más bruto y el resto te va ayudando, gente atrás que piensa. Eso no se logra en 40 días. ¿La solución laboral se la va a dar [Luis] Barrionuevo?”, preguntó Melconian, y bromeó que, de darse un ballotage entre Milei y Massa, ese día va a estar a 500 km.
En tanto, ratificó en caso de llegar al gobierno, la convivencia de monedas para ir eliminando de a poco las restricciones. Además de trabajar en un “emprolijamiento tributario” con especialistas del tema. “Nos asesoran tipos que entienden de eso. Si queremos hablar en serio, necesitamos bajar fuerte el riesgo [país], la inflación, y estabilizar la situación cambiaria. Deuda externa no vamos a tomar, local no hay. En la medida que cumplamos la meta podemos ir bajando impuestos. Vamos a eliminar las restricciones para exportar. Si nos va a ir bien o mal no lo sé, pero no vamos a dar un salto al vacío”, concluyó.