En los últimos tres años, las condiciones climáticas del verano estuvieron bajo la influencia de “La Niña”, evento que finalizó a inicios del 2023.
Actualmente, las proyecciones climáticas anuncian un cambio de escenario, ya que en la zona del Pacífico Ecuatorial se están detectando incrementos anómalos en la temperatura de superficial del océano junto con cambios en la dirección de los vientos, lo cual da clara señales de la aparición en escena de “El Niño”.
A pesar de que el evento “La Niña” ha finalizado, el Sistema de Información de Bolsa de Cereales de Entre Ríos (SIBER) informó que en la región todavía quedan huellas de su presencia, como por ejemplo una menor recarga del perfil edáfico.
Tal como se ha mencionado en otros informes, normalmente en la provincia de Entre Ríos entre los meses de febrero a mayo se genera un balance positivo en la relación entre la precipitación y evapotranspiración, lo cual permite la recarga hídrica del suelo entre la finalización del verano y el inicio del otoño.
En la siguiente figura se pueden observar, los registros promedios de precipitación y de evapotranspiración potencial (cantidad máxima de agua que se puede evaporar y transpirar en un área específica) versus lo acontecido en el año 2023.
El promedio de precipitación acumulada de febrero a mayo en Entre Ríos se sitúa en 450 mm, pero este año el valor se posicionó en 370 mm, es decir que se registró una disminución del 18 % (80 mm).
Es importante resaltar que, en enero y febrero la evapotranspiración fue notoriamente más elevada que el promedio histórico y en los últimos tres meses, la amplitud de estos valores ha disminuido hasta posicionarse en guarismos normales.
Según el SIBER, la pregunta que los productores se realizan es ¿Cuándo comienza a actuar “El Niño”? ¿En qué meses se puede esperar un incremento en las precipitaciones?
Para poder dar respuesta a este planteo se analizó un registro de precipitaciones de Paraná desde 1950 al 2022, en donde se comparó el promedio de la precipitación acumulada desde enero a diciembre en función de la condición en la que se encontraba el Pacífico Ecuatorial. Es decir que, se calculó el promedio de la precipitación para todos los meses en los años: Niño, Neutro y Niña versus el promedio de los 72 años.
El resultado es claro, “El Niño” genera un incremento de la precipitación entre los meses de noviembre a marzo y específicamente el mayor impacto se produce entre noviembre y enero.
Por otra parte, entre abril y octubre, el comportamiento de la lluvia no se ve alterada por la situación del Pacífico Ecuatorial. En otras palabras, el efecto de “El Niño” siempre es en la época estival.
Fuente: Bolsa Cereales de Entre Ríos