Buscan una familia emprendedora que quiera alquilar un almacén de campo en un paraje rural

Buscan una familia emprendedora que quiera alquilar un almacén en un paraje de 4 habitantes

El Pensamiento, un paraje del sur de la Provincia de Buenos Aires, ubicado a 33 kilómetros de Coronel Pringles, en el partido homónimo, ofrece en alquiler su almacén para que una familia se instale y comience un emprendimiento de turismo rural propio.

Allí viven solo 4 habitantes. Un mecánico retirado con su esposa y una pareja de jubilados, quienes resisten en el lugar en el que nacieron y tienen todos sus recuerdos. Además, funciona una escuela con una directora maestra y 7 alumnos procedentes de campos cercanos.

Para llegar a El Pensamiento hay que tomar un camino de tierra desde Coronel Pringles y hacer 33 kilómetros rodeado de campos de soja y maíz. En la zona, hay otros parajes rurales que se convirtieron en centro de encuentro para grupos de motoqueros o ciclistas que llegan a pasar el día o el fin de semana, pero en El Pensamiento está todo por hacer. Tras el levantamiento del servicio ferroviario, en 1977, y posterior levantamiento de las vías, cuando el pueblo tenía unos 1.000 habitantes, la mayoría de las casas fueron saqueadas al quedar deshabitadas. En el lugar, no hay señal de telefonía celular y solo la escuela tiene electricidad provista por energía solar.

Historia. Raúl Alfano es el dueño del local que ahora puso en alquiler. Su familia tiene un reconocido almacén de ramos generales, en Coronel Pringles, llamado Colón. Fue fundado en 1903 y en el primer momento, ofrecía de todo desde vajilla, bombachas de gaucho, alimentos hasta elemento de las monturas de los caballos. Con el tiempo, el emprendimiento se convirtió en un supermercado en el centro de la ciudad.

“En 1930 mi abuelo extiende el negocio que ya tenía y abre el negocio en El Pensamiento -relató Alfano en diálogo con Infobae-. En ese momento el pueblo tenía mucho movimiento. Llegaba el tren, muchos trabajadores del campo que llegaban para las cosechas y comercios de todo tipo”.

Al dejar de pasar el tren y con las nuevas maquinarias para las cosechas cada vez menos personas llegaban a trabajar en los alrededores de El Pensamiento. Alfano alquiló el almacén hasta mediados de los 90 y desde ese momento, quedó abandonado a su suerte. Los pocos pobladores que aún permanecían en el paraje debían ir hasta Coronel Pringles para comprar alimentos.

“Creo que esta puede ser una nueva oportunidad para El Pensamiento –asegura Alfano entusiasmado por la idea de reflotar el almacén-. El turismo rural está muy extendido en la zona de los alrededores de Pringles. Buscamos a una familia que lleve adelante la venta del día a día, pero también que ofrezca comidas el fin de semana”, dice Alfano.


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Antecedentes. Quien se decida emprender en El Pensamiento puede inspirarse en una historia exitosa en un pueblo muy similar. Es la de Pedro Meier, el único habitante de Quiñihual, ubicado a 55 kilómetros de Pringles, que alguna vez llegó a tener 700 habitantes, pero que con los años vio abandonar el lugar a casi todos ellos. Entre los que se quedaron allí está Pedro con la pulpería, abierta allí hace 130 años. Él nunca se queda solo. Durante la semana es centro de reunión de peones rurales que, a la tardecita, tras terminar la jornada laboran toman una cerveza en verano o una caña en invierno.

Los fines de semana la pulpería de Meier recibe los turistas que recorren los caminos rurales y llegan a su pulpería a comer. En esos momentos se imponen las picadas de Don Pedro, realizadas con chacinados que el mismo prepara con los animales que cría detrás de su pulpería.

Volviendo a El Pensamiento, el combo completo que propone Alfano para el almacén que busca alquilar allí incluye, en una segunda etapa, espacios para dormir, alquiler de bicicletas o caballos. “Todo está por hacerse”, asegura el dueño de la propiedad ofrecida.

Paisaje. Eduardo Herr tiene un grupo de cicloturismo, en Coronel Pringles, y viaja seguido a El Pensamiento. Allí se destacan la estación de tren y una vieja panadería abandonadas y las casas saqueadas, todo cubierto de pastizales. Es un clima postapocalíptico, ideal para las fotografías. La idea de los ciclistas es también hacer un trabajo solidario. Por eso, en cada excursión llevan alimentos o útiles escolares a la escuela.

“En uno de los viajes vimos que el almacén estaba en muy buen estado, pese al paso del tiempo. Nuestra idea era poder usarlo como centro de reuniones en nuestros viajes para comer un asado. Por eso le pedimos permiso al dueño de la propiedad”, relata Herr.

Ese fue el embrión de la idea de que reviva el almacén como un emprendimiento de turismo rural. En el local sobrevivió el piso de baldosas blancas y negras tradicional de la época, que simula un gran tablero de ajedrez. También está el mostrador, una balanza, estantes y hasta las viejas latas en la que venían las galletitas que se vendían sueltas.

Ciclistas posan junto a unas latas de galletitas vacías

Interesados. Por ahora el local de El Pensamiento no tiene suministro eléctrico. Pero la idea de Alfano, en caso de avanzar en el alquiler del almacén es iniciar las tratativas para hacer llegar los cables hasta el local. “Desde que empezó a circular la noticia ya recibí más de 30 mails. Algunos hasta tienen propuesta detallada de proyectos de turismo rural”, explica el dueño de la propiedad.

En tanto, camino a El Pensamiento desde Pringles, Herr recomienda varias paradas. “La ruta de tierra es muy ancha y mejorada -porque formaba parte de los caminos reales de la colonia-, lo hace muy transitable para cualquier auto. En el camino hay una vieja pulpería, también en desuso, con paredes de barro de mediados del siglo XIX, y es imperdible la estancia San Miguel que tiene una de las pocas plantaciones de robles del país, cuyos enormes árboles se ven sin necesidad de entrar al campo.

Otra parada del camino es el museo del paraje La Paloma, otra localidad del Partido de Coronel Pringles que revivió gracias al turismo rural. Allí viven 4 familias que se dedican a este emprendimiento, originado entre las paredes de una escuela abandonada. Cristian Kurtz y su familia la recuperaron y armaron un museo con la historia del pueblo. Tienen una huerta orgánica y planean agregarle a la muestra de objetos una sección sobre la guerra de Malvinas.

Con estos antecedentes, la familia que se haga cargo del almacén de El Pensamiento se insertará en el circuito de turismo rural de la zona. Allí, revivirá las tardes de peones rurales que toman un trago, mientras juegan a las cartas y comentan los problemas de la próxima cosecha. Y los fines de semana, quizás lleguen decenas de turistas a fotografiar el pueblo de 4 habitantes. ¡Qué mejor que ofrecerle un plato de comida para que la visita sea completa!

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