Así surge de la primera edición del año del índice de confianza de los productores agropecuarios del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, elaborado sobre la base de la encuesta Ag Barometer Austral.
Los datos del relevamiento reflejan a la crítica situación que atraviesa el campo por las malas condiciones climáticas que se han sucedido durante de la campaña: principalmente la sequía, pero también las heladas tardías y las olas de calor.
El llamado índice de condiciones presentes se ubicó en solo 38 puntos, una caída del 59% respecto del año pasado (94 puntos) y el peor número desde que la Universidad Austral inició estos estudios, en 2018.
Protagonista. La institución explicó que “La sequía es la protagonista del pesimismo. Un 86 % de los productores enfrentan condiciones climáticas desfavorables con el consiguiente impacto negativo en la rentabilidad y los flujos de fondos para enfrentar los costos incurridos”.
Este cuadro impacta directamente sobre la situación financiera de los productores, que también es la peor de toda la serie, desde octubre del 2018: con un índice de apenas 35 puntos, 72% de los productores encuestados manifestaron estar peor que hace un año. atrás. Ese número representa una baja del 50% en relación al año pasado para ese índice.
Para Carlos Steiger, uno de los autores de la encuesta, “los valores son similares a los de mediados de 2020, donde una serie de factores políticos e institucionales, como la intervención fallida a Vicentin, impactaban en forma muy negativa en el ánimo de los productores”.
Expectativas. Sobre las expectativas de la actividad agropecuaria para los próximos 12 meses, 49% de los encuestados piensa que el sector estará en una situación peor que la actual, con una sensación de marcado pesimismo, “aunque con un cierto dejo de esperanza por la mejora en las variables climáticas y eventuales cambios en las políticas dirigidas al sector”, dijo Steiger.
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Para el analista, es muy claro el “enorme” impacto negativo que tiene el contexto, en los flujos de fondos de los productores, que perdieron los ingresos tradicionales del trigo y ahora se proyectan mucho más escasos con las malas perspectivas, tanto para soja como para maíz, sobre todo de primera o tempranos.
Recordó Steiger que “los resultados de la campaña de trigo generaban recursos para financiar la cosecha gruesa y esperar, luego, las ventas de maíz y soja para cancelar los compromisos adquiridos. Y, eventualmente, guardar la soja como instrumento para preservar el capital, como defensa ante una inflación fuera de control”.
Inversiones. En tanto, otro índice que muestra una gran caída es el de “Oportunidad para realizar inversiones”: para el 79% de los productores encuestados, es un mal momento para realizar inversiones en activos fijos o hacienda vacuna. El valor de 41 puntos está más de un 60% por debajo de enero de 2022 que había sido el pico más alto registrado desde que se publica el índice Ag Barometer Austral.
Respecto del principal factor de desánimo, la sequía, del 86% de productores que espera malos resultados, el 37% cree que los efectos serán desfavorables, y el 49%, muy desfavorables.
Financiación. Aquí también se advierte el desequilibrio financiero: el Ag Barometer Austral indica que, en trigo, una proporción muy importante de los costos de implantación fueron financiados con capitales de los propios productores, pero solo un 39% manifiesta que el producto de la cosecha alcanza para cubrirlos.
En los cultivos de cosecha gruesa, también un porcentaje importante fue financiado con fondos propios. Sobre la base de los rendimientos esperados a la fecha, un 60% de los productores opina que deberán utilizar entre el 50% y el 80% del producido para recuperar la inversión. Por otro lado, un 12% piensa que deberá utilizar el total de lo producido para cubrir los costos, mientras que el 13% manifiesta que no podrán cubrirlos.
“Esto, sin duda, tendrá un impacto muy grande en lo referido al efecto multiplicador del agro en la compra de maquinarias e, incluso, en la financiación de la campaña 2023/24”, evaluó Steiger.
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