El Estado se quedará con más de la mitad del negocio de la soja

Así surge de un trabajo elaborado por el consultor y productor Néstor Roulet, que concluye que, a causa de la sequía, que ocasionaría menores rindes, el agricultor quedará empatado o tendrá un leve resultado positivo.

Roulet estimó que, en la próxima campaña de soja (2022/23), con un rinde promedio de 28 qq/ha y con un valor FOB de la t, calculado para marzo, en USD510, el Estado en todos sus niveles (nacional, provincial y municipal), se quedaría con USD723 por ha, mientras el productor en campo propio obtendría USD95,94 por ha, en condiciones normales.

Pero si la sequía que proyectan todos los expertos se cumple, los números cambiarán. En el caso de la soja, Roulet calculó que, si por la sequía la soja rinde 20% menos que en la campaña anterior (22 qq/ha), el Estado se quedaría con alrededor de USD560 por ha, mientras que al productor “no le queda nada”, ya que los costos de producción y otros gastos se llevan el resto del negocio.

Inversión. Roulet precisó que el productor invierte para ese caso USD542 por ha, entre costos directos e indirectos (insumos, USD284,80; labores, USD82,50; seguro, USD22; asesoramientos, USD15; cosecha, USD51,32; fletes USD68,53 y comercialización, USD18,66).


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A esos cálculos hay que sumar el costo oportunidad de la tierra, que a un valor de USD12.000 por ha sería de otros USD360/ha. Además, hay que sumar USD18,50 por gastos portuarios.

En cuanto a la situación de un rinde de 28 qq/ha, el trabajo también analizó cómo se reparten los dólares que entran al país por ha de soja: el Estado (nacional, provincial y municipal), terminará recaudando 50,63% mientras que al productor en campo propio se llevará solo 6,73%. Por ejemplo, en una explotación de 100 ha, los Estados se llevarían USD72.302 y el productor, tras invertir y arriesgar, solo USD9.594.

Con un menor rinde que en la campaña pasada, el productor apenas tiene un resultado o “queda hecho” cuando se consideran los 22 qq/ha: “mientras el Estado se lleva el 50% de dólares que ingresan al país por una hectárea de soja”, con cualquier rendimiento.

Cuando se extiende este planteo a nivel país el Estado obtendría la mitad de las divisas que ingresarían al país. La Bolsa de Cereales de Buenos Aires proyectó que, por efecto de la sequía, el área sembrada con soja se incrementaría 2,5% en la próxima campaña, sumando 16,7 M de ha con una cosecha estimada en 48 M de t. “Los números muestran lo distorsivas que son las retenciones porque mientras el productor pierde, el Estado sigue ganando”, dijo Roulet al diario La Nación.

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