Argentina está en condiciones de ofrecer los alimentos que demanda el mundo

La producción mundial de alimentos es de 1.200 millones de toneladas, el comercio de 180 millones de toneladas y Estados Unidos y China tienen la participación del 50% tanto en producción como en demanda. El 15%  de la producción mundial de maíz se destina a bioetanol. En la zona del Mar Negro el 16% es el flujo de exportación, junto con Brasil fue la región que más se expandió.


En lo que respecta a la situación de Ucrania, actualmente está embarcando 4 millones de toneladas, obteniendo así una recuperación con respecto a meses atrás. Además, si se suma que los rendimientos actuales fueron mejorando, está prevista una producción de 30 millones de toneladas de maíz para esta campaña en el mencionado país. Es importante destacar que llegaron silobolsas debido a la situación que atraviesa la región.

 

Por su parte, el impacto de la sequía en China generó una caída en la producción de maíz que trajo como consecuencia la decisión de producir menos etanol para compensar la falta del cultivo en el país asiático.

 

“Argentina era un país sojero hasta hace un par de años, ahora es un país maicero”, sostuvo Gustavo Idígoras, presidente del Centro Exportadores de Cereales y de la Cámara de la Industria Aceitera (CIARA-CEC). Y explicó que “representa un fuerte impulso de divisas. El año pasado el maíz fue más importante (como generador de divisas) que todo el complejo automotriz en Argentina”.

 

A todo esto, Argentina logró diversificar sus mercados. Actualmente exporta a 118 países, pero no comercializa a los dos compradores más importantes que hay que son la Unión Europea y China. Por su parte, Idígoras señaló que “el mundo necesita del maíz argentino, ya que la seguridad alimentaria está en crisis”.

Por su parte, el analista internacional Ivo Sarjanovic habló sobre la situación de la demanda global de alimentos y dijo que “cuando estamos en una situación como la actual, de altos precios en los países de destino, la economía se detiene, lo más probable es que el flujo mundial de maíz se recorte entre un 2% a un 3%”, y opinó que “Argentina tiene que aprovechar esa demanda que va a haber”.

Es importante destacar que el mundo manifestó este año problemas climáticos que se registraron en Estados Unidos, Europa y la zona del Mar Negro. “Cuando se empiece a normalizar todo, Argentina podrá tener una participación en el mercado pero Brasil expandió muy fuerte su producción de maíz y China demandará menos carne”, opinó Sarjanovic. Para el 2030 el etanol en maíz puede llegar a 30 millones de toneladas y, con la expansión del diésel renovable, le pone un techo al área del cultivo.

Cultivo tardío

En Argentina el maíz triplicó su crecimiento y la soja se encuentra estancada, produciendo lo mismo desde el 2012. “Se viene una nueva revolución, se vienen los combustibles hidrogenados a base de soja”, contó Idígoras y resaltó que “los dos cultivos pueden convivir normalmente, pero tenemos que trabajar fuertemente en tecnología”. De esta manera, el analista se refirió a que el mundo hoy demanda maíz con certificación libre de deforestación.

 

Ante la pregunta del moderador del panel en el último día del Congreso Internacional de Maíz, el periodista de Clarín Rural, Mauricio Bartoli, sobre cómo puede influir la siembra de maíz tardío en esta campaña en las exportaciones, Idígoras destacó que “el tema será según como se amortigüe Ucrania, sino puede haber un efecto en los precios. Por otro lado, es importante destacar que cuando Argentina habla del maíz, el mundo la escucha porque hay un apetito por nuestro país, pero también hay una preocupación. Somos una gran potencia muy inestable”.

Fuente: Prensa Congreso de Maíz

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