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jueves, marzo 28, 2024

Carne: se aguarda un segundo semestre con más faena

Mientras continúa la tendencia hacia el aumento del número de cabezas enviadas a frigorífico, que en junio sobrepasó en 4% el nivel del igual mes del año anterior, Miguel Gorelik analiza la dinámica de cara a los próximos meses. La seca, la ocupación de los feedlots y la puja entre inflación y valor real de la hacienda, algunos de los ítems

En junio se enviaron a frigoríficos 1,13 millones de cabezas, 2% debajo de mayo y 4% más interanual. Ajustadas por día hábil, las comparaciones resultan en aumento de 3 y de 10%, en ese orden. En el primer semestre, se ve un incremento del 2% en la faena.

La participación de hembras fue del 46,8%, medio punto menos que en mayo y 4,5 más que hace un año.

Un aspecto a destacar es que, en vacas y en novillos, las subcategorías que más crecen en la faena, en los últimos meses, son las de animales mayores (8 dientes). Si bien son las subcategorías de menores números absolutos, esto puede estar señalando una saludable limpieza del stock.

La orientación de la faena

Se consolida la tendencia de dejar atrás la baja en la faena.

Desde mediados de 2020 la faena, vista en términos de promedios móviles de 12 meses, revirtió la tendencia creciente que arrastraba desde 2019 para entrar en números negativos en marzo de 2021. Primero fueron las hembras, en sept’20 y los machos se demoraron hasta un año después.

Luego de alcanzar mínimos sobre fines de 2021, esta tendencia se dio vuelta y ya la faena total, así como la de machos y hembras por separado, se ubica 5% abajo interanual, recortando las mayores caídas anteriores y con tendencia a seguir ascendiendo.

Es por eso que seguimos pensando que la faena de 2022 será igual (o levemente menor) a la del anterior, frenándose la baja del 4% observada en los doce meses terminados en jun’21.


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Un segundo semestre con más faena

Hay varios motivos que señalan que son esperables más destinaciones a faena que en la segunda mitad de 2021.

En primer lugar, las tendencias descriptas.

También que buena parte de la zona ganadera central está afectada por una sequía importante, por segundo año consecutivo, con pronósticos poco auspiciosos para un tercer año, y que los feedlots han estado utilizando más capacidad, a caballo de una ecuación económica mejor.

Tampoco hay que dejar de lado la creciente inestabilidad macroeconómica y el desorden político que impide prever soluciones a los problemas más acuciantes.

En medio de una mayor inflación, la posibilidad de perder más valor real, es decir, no poder acompañar el curso de los mayores precios del resto de la economía, aumenta su probabilidad. Y esto puede ayudar a darle a las ventas a frigoríficos un empujoncito adicional.

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