Fue en respuesta a la dura carta de renuncia con la que se despidió el saliente ministro de Desarrollo Productivo, en la que se refirió -sin nombrarlos- a algunos funcionarios del área de Energía. La empresa estatal Enarsa le dedicó 5 páginas en un comunicado para rebatir cada uno de los argumentos del ex funcionario.
Además de tratarlo de “cobarde” y “miope”, lo responsabilizaron por las demoras y las trabas que se registraron en los intentos por implementar el Plan Gas, y mostraron las diferencias ideológicas y de enfoque que siempre existieron respecto de los subsidios a las tarifas de gas y electricidad.
Independientemente de lo estrictamente referido a los precios, Enarsa sostuvo que Kulfas no hizo lo necesario para que participaran las compañías en el Plan Gas, lo que sí terminó por impactar en los valores. “Resultó llamativa la ausencia del sector industrial y productivo en la ronda PlanGas.Ar impulsado por el Ministerio cuyo desarrollo le compete”, consignó en el comunicado.
Así se permitió “que los precios para dicho sector sean fijados por el Mercado Spot con los vaivenes y abusos que fija el mercado. Los precios de la compulsa del PlanGas.Ar no reflejan los costos de extracción ni se han establecido topes que expresaran los valores internacionales que se pagaban en ese momento, de u$s 1,80”, apuntó el comunicado de Enarsa.
Además, detalló que “durante el 2020, mientras se importaba GNL (gas natural licuado) a u$s 2/mmbtu, el Estado argentino pagaba u$s 3,50/mmbtu a la producción local”. Esto, argumentó el escrito, provocó “un desfalco al erario”.
Sistema desquiciado. En su extensa carta de renuncia Kulfas se refirió a la necesidad de “salir del desquiciado sistema de subsidios a la energía”, que tiene “un enorme costo fiscal, es socialmente injusto, centralista, anti federal y pro rico”.
Enarsa también le respondió sobre este urticante tema y acusó implícitamente a Kulfas de desconocer del tema. “Las declaraciones del exministro son de desconocimiento supino de cómo se empunta la demanda de gas natural durante el invierno y en cuál región geográficamente los hogares que efectivamente reciben los subsidios”, señaló.
Y continuó: “Lamentablemente se observa que mientras la Secretaría de Energía fue una dependencia bajo su órbita, hasta agosto del año pasado, y tampoco posteriormente, logró entender cómo funciona el sistema energético”, le apuntó al ex funcionario.
Al respecto, Enarsa afirmó respecto de los subsidios que “las importaciones que mayor incidencia tienen en el sistema energético son las de gas natural, a los efectos de abastecer el salto en la demanda de gas en los hogares, durante el período invernal, y a los efectos de abastecer también en el invierno a las usinas, ante la necesidad de priorizar el gas disponible a hogares, comercios e industrias”.
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El comunicado consigno que “las importaciones de gas durante el invierno, para abastecer el incremento de demanda de hogares, y las importaciones de gasoil, para abastecer las usinas ante la restricción en la disponibilidad de gas, tienen por objetivo abastecer el incremento en la demanda de gas de los hogares de la Patagonia, Gran Buenos Aires, el interior de Buenos Aires y la región Centro. El usuario residencial de la Ciudad de Buenos Aires no mueve el requerimiento de volúmenes de importaciones de gas natural”, precisó.
Kulfas también dejó su puesto acusando a un ala del Gobierno por las demoras en el inicio del gasoducto Néstor Kichner, y marcó que “se ha perdido tiempo muy valioso que nos cuesta millones de dólares en importaciones”.
Enarsa también responsabilizó al propio Kulfas por haber generado esas demoras. “El 12 de agosto de 2021 se presentó el proyecto del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner con el DNU listo para ser suscripto. El DNU finalmente se dictó el 14 de febrero de 2022”, acusó.
Cobardía. Por otra parte, calificó a Kulfas de cobarde por entender que no ratificó las declaraciones “en off” en las que se refirió al componente nacional de las obras. En su carta de renuncia, Kulfas había dicho que “eso debe atribuirse pura y exclusivamente a las características de la licitación realizada por la empresa IEASA, cuyos miembros, al igual que el equipo de la Secretaría de Energía, responden políticamente a la Sra. Vicepresidenta”.
Al respecto, Enarsa introdujo en el barro de la polémica a Diego Rozengardt y Hernán Herrera (según el comunicado, funcionarios designados por el ministro Martín Guzmán y el propio Kulfas, respectivamente), “que al día de la fecha participan activamente en la política de procedimientos de la empresa”.
Sobre el final, y a modo de resumen de la gestión de Kulfas, el comunicado de Enarsa apunta a que “su gestión (al frente del Ministerio de Desarrollo Productivo) puede medirse en que una familia hoy paga el pan por encima de $300 por kilo, la carne por encima de los $1.000 por kilo, la leche por encima de los $ 150 por litro y (hay) una pobreza del 40%”.
“No satisfecho con los pésimos resultados de la gestión, se muestra preocupado por los subsidios a la energía que, de más está decir, el objetivo es proteger el poder adquisitivo de las familias. ¿Qué pretende también? ¿Que los hogares reciban facturas de $50.000 de luz y gas?”, le preguntó Enarsa a Kulfas.
Ya sobre el final, le recordó a Kulfas el caso de la empresa Dow Química, en San Lorenzo (Santa Fe), que en 2021 amenazó con cerrar. “Usted trabajaba en planes de retiros voluntarios y fue casualmente la vicepresidente que usted agrede, quien se puso al frente de la lucha política para revertir el cierre”, le espetó.