Córdoba: primera intención de siembra de cultivos invernales 2022/23

La campaña invernal 2022/23 se está planificando bajo mucha incertidumbre, condicionado por un contexto geopolítico inestable y un contexto climático desfavorable, lo que trae consigo una disminución en la intención de siembra de trigo y garbanzo en comparación con la campaña 2021/22.

Trigo

De acuerdo con la primera estimación se espera para este año una disminución del 17 % en la superficie de trigo, la cual se encontraría levemente por encima del millón de hectáreas. Con respecto al promedio histórico (2007-2021) la superficie muestra una variación negativa del 1 %, pero la caída es mucho más marcada si se compara con respecto a los últimos años, en los que el trigo mostraba una mayor superficie.


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Los motivos de esta caída son variados, siendo la humedad en el perfil la principal variable que condiciona la siembra. En Córdoba son habituales las pocas precipitaciones durante el invierno y el inicio de la primavera, por lo que los cultivos invernales dependen en gran medida del agua del suelo obtenida en las lluvias de fines de verano y otoño. En el caso de esta campaña el aporte pluviométrico del último trimestre fue menor al promedio histórico para todos los departamentos de la provincia. Por otra parte, de acuerdo con los pronósticos de largo plazo se espera que las condiciones de año Niña continúen, lo que traería menos precipitaciones en la primavera.


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En segundo lugar, la siembra se muestra condicionada por el incremento en el precio de los fertilizantes, principalmente de la urea cuyo valor prácticamente se duplicó respecto al año previo, debido a las condiciones geopolíticas en el este de Europa, ya que Rusia es uno de los principales productores de petróleo y fertilizantes del mundo. Este país es, junto con Ucrania, uno de los principales exportadores de trigo. En este contexto, el precio del cereal también experimentó fuertes incrementos, con un valor a cosecha en el mercado local para la nueva campaña por encima de los USD 320 por tonelada, lo cual implica un crecimiento del 36 % respecto al ciclo 2021/22. Si bien el resultado económico sería menor a la campaña anterior, se mantiene en terreno positivo considerando rendimientos promedios para las distintas zonas productoras de la provincia.

En menor proporción se nombraron otras causas, como la incertidumbre política, las dificultades para obtener financiación y las rotaciones planificadas.

Garbanzo

El área planificada de garbanzo continúa con la tendencia descendente, de acuerdo con la primera estimación. La superficie sembrada mostraría una caída interanual del 4 %, llegando a 14.800 hectáreas. Con respecto al promedio histórico 2010-2021 la merma es del 62 %.

Al igual que en el caso del trigo, la principal variable que condiciona la siembra del garbanzo es la humedad inicial del suelo, seguido por la rentabilidad esperada y por el pronóstico climático. Gracias a su capacidad de fijación de nitrógeno atmosférico el garbanzo tiene menor requerimiento de fertilización que los cereales de invierno. Aun así, el aumento en el costo de insumos disminuye la rentabilidad estimada, lo que trae en consecuencia un menor interés en la siembra.

Fuente: Bolsa Cereales de Córdoba

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