Los caminos rurales obstaculizan la cosecha de lo poco que queda

En la zona sur del partido bonaerense de Carlos Casares hay graves problemas para completar la cosecha de soja, como para la actividad tambera, tanto por la falta de piso en los campos, como por las condiciones de la red de caminos rurales, que se encuentra mayormente intransitable. Después de lluvias que superaron los 700 milímetros en lo que va del año, ya quedaron 68.000 ha bajo el agua.

El productor y contratista Cristian Vicente le dijo al diario La Nación: “Estoy desesperado”. Tiene más del 40% de su campo de 200 hectáreas bajo el agua, en la zona de Ordoqui. Y además no puede sacar lo poco que pudo cosechar porque, a la salida del campo hay más de 3.000 m de camino rural inundado.


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Por su parte, Gustavo Gil, quien tiene un campo alquilado de 260 ha en la misma zona, con 90% de la superficie bajo el agua y otras 280 ha propias, 40% de ellas anegadas, vive una situación similar. De esa superficie hay 50 ha de maíz de donde solo pudo recolectar la mitad y otras 100 ha de soja, de las cuales solo cosechó 20. “Estamos muy complicados, hay partes del campo adonde ni siquiera podemos llegar”, relató.

En este contexto, ambos productores coincidieron que lo que hace más difícil la situación es el estado de los caminos, porque algunos tienen hasta un metro de agua, lo que hace imposible el acceso a los campos. Los vecinos se organizaron para armar un camino interno alternativo al que usan normalmente. Gil indicó que ingresan con tractores o a caballo. Se busca “salvar” algo de la cosecha y lo que se puede se embolsa.

“Tenemos muchas complicaciones porque, por ejemplo, en el caso de la soja como la chaucha está baja no se la puede sacar. En cambio, en el maíz, se puede mientras el piso aguante”, comentó Vicente. “En Bellocq tenemos un cliente al que le estamos prestando servicio de cosecha y, de 140 hectáreas, 50 van a quedar bajo el agua”, explicó.

“Se pierde mucho tiempo porque, a pesar de que se transita con pocos kilos (con la máquina), igual te encajás. Es toda una complicación, como productor y contratista. Encima, los costos son tan altos para sembrar que no se puede dejar el cultivo sin cosechar”, agregó.

Gentileza periódico Nueva Imágen

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Gil recordó que “por lo menos ya experimentamos otras seis inundaciones de este tipo. Siempre es la misma situación, las soluciones no llegan nunca, necesitamos un buen canal para que haya drenaje permanente y que no se acumule el agua porque nosotros perdemos la mitad de la cosecha y nos tenemos que estar rebuscando para salvar lo máximo posible. Encima, cuando haya que sembrar la nueva cosecha no vamos a tener espacio”.

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