Se incendió su cosechadora, no estaba asegurada y en segundos perdió un capital de US$200.000

El siniestro afectó a Sebastián Frenguelli, contratista que trabajaba en un campo de General Pinto, en el NO de la Provincia de Buenos Aires. Allí hacía una hora que habían puesto en marcha la cosechadora, que estaba parada en una de las esquinas de un lote de soja. De repente, en cuestión de segundos, cuando la máquina estaba a unos 200 m de distancia de dónde él se econtraba, empezó a largar humo.

El incendio, se dio de manera repentina. “Enseguida me subí a la camioneta para acercarme lo más rápido posible, pero cuando llegué ya era tarde, la cosechadora estaba envuelta en llamas”, contó Frenguelli. “Ya no había nada que hacer”, agregó el contratista.

En menos de 5 minutos perdió US$200.000. “La máquina no estaba asegurada, le hicimos a todos los equipos seguros, menos a esa porque no iba a salir a cosechar afuera, pero a último momento me salió un trabajo y de lo que menos me acordé es del seguro. Justamente esa se prendió fuego porque tengo otra que está trabajando en General Villegas”, indicó.


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Sin embargo, en ese momento lo que menos le preocupaba al contratista era la máquina. “En lo único que pensé es en que no se prenda fuego el campo. Había lotes con soja y maíz al lado listos para recolectar. Por suerte solo se quemó apenas, alrededor de la máquina, el resto no agarró”, comentó Sebastián.

Con el equipo perdido, el contratista va a vender la máquina a un desarmadero que le pagará el 10% del valor. Era una John Deere 9650. “La pérdida es casi total, con eso que te dan no hacés nada. La teníamos desde hacía menos de 6 años”, se lamentó.

Sebastián trabaja en Cañada de Gómez, Santa Fe, junto a su padre y a su tío. Son productores, pero desde hace 5 años que decidieron comenzar a trabajar como contratistas, para trabajar en distintas zonas agrícolas del país.

“Desde hace un tiempo que cuando terminamos la campaña en nuestro campo, salíamos a trabajar en otros, hasta que decidimos largarnos y de a poco fuimos comprando más maquinarias”, indicó.


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¿Por qué pueden incendiarse las cosechadoras?

Según un relevamiento realizado por el Módulo INTA Tecno Cosecha, en la Argentina los siniestros de incendio de cosechadoras llegan a un promedio de 40 unidades por año.

Los motivos más comunes por los que las cosechadoras se incendian son la falta de mantenimiento de limpieza, en la zona del motor o en las zonas de poleas, que poseen mayor fricción. Y el otro factor determinante es el clima, ya que las altas temperaturas y días secos son más propensos para que se generen esos siniestros.

Frenguelli contó que habían limpiado la máquina esa misma mañana y que no hacía más de 26 grados. “No se había llegado a ensuciar, llevaba menos de una hora trabajando. Encima la noche anterior también la habíamos sopleteado con la hidrolavadora”, indicó.

En otro orden, en medio de la cosecha gruesa, el contratista alertó que tiene muchas dificultades para conseguir gasoil. “Tenemos que viajar desde Cañada de Gómez a (General) Villegas con los tanques, porque se complica mucho conseguir”, contó y agregó: “Es una lástima que, siendo el campo el sector que más dólares aporta al Estado, el Gobierno no lo ayude”.

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