El pasado que vuelve: como en 2007, un contratista teme tener que volver a la ruta y cargar gasoil en cada estación que encuentre en el camino

Hace 15 años, con un batán enganchado a su camioneta, el contratista rural Gustavo Morero acumuló kilómetros en busca de gasoil para la cosecha, siempre con dinero en efectivo, para poder cargar en todas las estaciones de servicio que encontraba en los pueblos vecinos al campo en el que estaba trabajando. “Temo que la historia se vuelva a repetir, algo a lo que estamos acostumbrados en el país”, dijo ante la escasez de combustible, que preocupa al campo en medio de la cosecha gruesa.

Se trata de un insumo clave para el negocio de Morero, y tantísimos colegas que como él son productores agropecuarios y contratistas de maquinaria agrícola. A este rubro se dedica desde que terminó la escuela secundaria. Lo heredó de su padre, con quien trabajó al comienzo, hasta que pudo comprar su propia maquinaria e independizarse. Después su hijo, Nicolás, se unió a la empresa familiar.

“Cuesta creer lo que estamos viviendo”, manifestó el contratista y productor, que necesita entre 800 y 900 litros de gasoil por día. Antes, solía pedir de 4.000 a 5.000 litros, pero actualmente le venden por cupos de entre 1.000 a 1.500 litros. “Si cortan la venta de combustible, después de unos días tendría que apagar las máquinas, porque con los niveles de consumo que tenemos en el campo la reserva solo aguanta unos días”, explicó.


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Morero contó que su “afinidad” con su vendedor es lo que le permite seguir abasteciéndose de combustible, pero teme que la situación cambie. “Ahora me vende como puede, pero sé que puede ser algo pasajero porque la situación lo está sobrepasando. En las estaciones de servicio nos explican que les achicaron los cupos”, dijo.

El contratista explicó que lo que hace más complejo el panorama es que en los pueblos los estacioneros guardan el combustible para sus clientes. “Eso reduce muchísimo la cantidad de lugares en los que podemos cargar porque, como cuidan a sus clientes, no nos venden. Es algo que entiendo, pero hace más difícil nuestra situación”, dijo.

En este contexto, el contratista cuestionó al Gobierno: “No se entiende: necesitan de los dólares que salen del campo, pero actúan como si no les importara que nosotros no podamos trabajar, para aportar las divisas que el país tanto necesita. Es lamentable, no podemos seguir viviendo en este clima de incertidumbre, es como que no se puede hablar de mañana, porque uno nunca sabe qué es lo que va a pasar”, afirmó.


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Por su parte, el vicepresidente de la Federación Argentina de Contratistas de Máquinas Agrícolas (Facma), Luis Simone, señaló que “la situación se está complicado todavía más. Hay zonas en las que se consigue combustible y otras en donde no hay, o lo cobran a cualquier precio, como en La Pampa. Con el paro de camiones y la lluvia de los últimos días, al bajarse el consumo, puede ayudar a que se consiga más fácilmente combustible para cosechar”, consideró

Respecto del reciente anuncio de YPF de que importará 250 millones de litros de gasoil en las próximas semanas, para aumentar la oferta disponible, dijo: “Cuando los problemas no se tratan de raíz, siguen estando, no se solucionan por sí solos. Ninguna petrolera en la Argentina puede estar en condiciones de solventar toda la demanda de combustible que necesitamos. Hace falta el abastecimiento de todas las banderas para que la cosecha sea eficiente, no tener que parar y que no haya demora en la producción”.

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